En el marco del programa Reto Verde del gobierno de la Ciudad de México, se iniciaron trabajos en el Parque Ecológico El Zapote en la alcaldía Tláhuac, sureste de la capital, para convertirlo en un Área Natural Protegida.

La fundadora y coordinadora del Herbario de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como responsable de la vegetación en ese parque, Rocío López, afirmó que se inició una “reforestación pensada” que garantizará el restablecimiento y conservación del ecosistema.

“Se busca restaurar, no reforestar”, aseguró y explicó que restaurar es devolver el ecosistema y recuperar las especies nativas para que en este caso sea un Área Natural Protegida y no sólo un lugar verde al que se restrinja el acceso.

“No hay por qué pelearnos entre hombre y naturaleza, nunca prohibiendo el acceso de la población, se trata de aprender a convivir con la naturaleza”, enfatizó.

Sostuvo que esta restauración es especial en el Parque El Zapote porque “es una reforestación con bases ecológicas y no una reforestación en la que sólo se siembren árboles y se tenga una masa foliar. Aquí se piensa en plantar árboles que permitan a la naturaleza restaurarse a sí misma, es una ayuda”.

Explicó que el primer paso para la rehabilitación integral de la zona es la implementación de la técnica llamada módulos de plantación, una representación sintética del ecosistema en un pequeño espacio que guarde sus características.

En dos mil metros cuadrados, conformados por cuatro módulos, serán sembrados árboles de tejocotes y palo dulce, también conocido como taray, pues se trata de vegetación nativa que contiene flores blancas, que se dispersa fácilmente y atrae a polinizadores.

“En la parte baja del ecosistema, que es la que más agua recibe de la ladera, estamos proponiendo el Prunus salicifolia, conocido como capulín. Vamos a tener la Furcraea, que está en peligro de extinción, cerca de bosques muy secos asociados a piedra volcánica”, mencionó.

Agregó que con esta restauración se busca atraer, en primer lugar, a las abejas, así como a diferentes tipos de mariposas y colibríes.

La bióloga de la UNAM precisó que para llevar a cabo la restauración, se realizó un estudio de los datos taxonómicos, fenológicos y ecológicos de cada especie que será plantada en el parque.

“Tenemos que pensar en el tamaño de las especies, no debemos plantar nada encimado porque así nada crece; debemos pensar en cuáles serán los tamaños que alcancen en la talla adulta, nosotros los tenemos que respetar, si no van a sufrir competencia para sobrevivir”, detalló.

Mencionó que en el Parque El Zapote se mezcla tierra del sitio, tierra negra, arena de río o de volcán, tezontle y agrolita para mejorar el drenaje, suelo con el que cada árbol tendrá mayor probabilidad de enraizarse.

Con información de Notimex.