Claudia Sheinbaum es la primer mujer que accede a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México a través del voto popular. Antes que ella, Rosario Robles ocupó el cargo de forma interina entre el año 1999 y 2000. Asumió el cargo el 05 de diciembre de 2018 y desde el primer día se ha empecinado en imprimir su estilo personal de gobernar a una ciudad plural, compleja, y por momentos, caótica.
Con 56 años y una personalidad sobria y seria, rara vez se le ve sonreír en un acto público, podría afirmarse que “La Sheinbaum” no cumple con los estereotipos del político promedio en nuestro país, pues además de ser mujer, científica y activista, tiene una forma muy particular de vivir el poder.
Para entender la gestión de Claudia Sheinbaum como jefa de gobierno de la capital del país es necesario tener muy claro cual es el punto neurálgico de su propuesta: el combate a la corrupción.
Y no es que Claudia trate de emular el discurso de López Obrador como mera estrategia de comunicación, hay en los hechos muchos argumentos que respaldan lo que aparenta ser una cruzada permanente contra la corrupción.
En el informe de sus primeros 100 días de su gobierno, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum aseguró que a la Ciudad de México le faltaba atención y le sobraba mucha corrupción. En clara alusión a la administración de Miguel Mancera, la jefa de gobierno dijo: “Es difícil mencionar dificultades de uno u otro, lo que si puedo decir es que nos hemos dedicado hasta el cansancio para retomar el camino de la ciudad. Le sobraba mucha corrupción y le faltaba mucha atención”
De acuerdo con la información que ha trascendido en medios tradicionales y digitales la corrupción durante el gobierno de Mancera abarcó todos los espacios de la administración: venta de plazas, aviadores, compra de medicina caduca, a sobreprecio o inexistente; una industria inmobiliaria desbocada, desordenada y sumergida en prácticas ilegales; compra de patrullas y equipo de seguridad a precios irreales; desvío de recursos.
Para dar certeza institucional a sus intenciones, el 18 de marzo, Sheinbaum presentó el Laboratorio Anticorrupción y que –según dijo– es único en el mundo. "Un Laboratorio Anticorrupción es un espacio de encuentro entre la comunidad y sus autoridades para trata de sistematizar muchos de estos temas, organizarlos bien, dar evidencia nueva, y tratar de corregir estructuralmente aquello que nos duele como habitantes de la capital", explicó Eduardo Bohórquez, Director de Transparencia Mexicana, quien también participó en esta presentación.
En los primeros nueve meses de gestión de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ya hay resultados de esa lucha contra la corrupción. Se obtuvieron ahorros por 600 millones de pesos por la supresión de mil 712 plazas de mandos superiores en la administración local, aseguran las propias autoridades.
Así lo señala el Primer Informe de Gobierno de Sheinbaum, que establece esta estructura gubernamental se redujo en más de 15% como resultado de la revisión exhaustiva de cada una de las plazas con el fin de identificar aquellas con funciones duplicadas, sin impacto o sin justificación.
La batalla contra la corrupción le ha traído críticas. El 16 de julio pasado, Claudia Sheimbaun respondió ante los señalamientos de que se utilizaba el combate a la corrupción como estrategia política. “No hay ningún objetivo político, sostuvo la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, luego de que fueran detenidos tres exfuncionarios de la Secretaría de Finanzas de la anterior administración. Explico que en prácticamente todas las Secretarías de la gestión anterior se encontraron irregularidades que deberán tener sanciones administrativas o penales.
“Nuestro objetivo es erradicar la corrupción y la jefa de gobierno no persigue a nadie, no es un objetivo político, no tiene absolutamente nada que ver con eso”, remarcó.