
Redacción
Un ingrediente activo y completamente necesario para un inhalador Ventolin es la flourita, un mineral que México exporta a Estados Unidos con urgencia debido a la pandemia provocada por el Covid-19..
México es el principal proveedor de dicho mineral en el mercado estadounidense y el segundo mayor productor mundial, solo después de China. La empresa mexicana Orbia (anteriormente Mexichem) concentra una importante participación de 23 por ciento en el mercado mundial de fluorita, exportando cerca del 80 por ciento de su producción alrededor del mundo.
El Ventolín, la marca comercial más conocida del medicamento utilizado para tratar crisis asmáticas, hunde sus raíces en el suelo árido de San Luis Potosí. Una mina ubicada en este Estado al norte de México concentra el 20% de las reservas mundiales de fluorita.
Lo que de inicio son unas rocas del tamaño de una bola de tenis, de color marrón rosado, se transforman en un gas esencial para fabricar los inhaladores que utilizan pacientes con enfermedades respiratorias, el grupo más vulnerable a la Covid-19.
El 80% del total de estos aparatos, estima Orbia, la empresa propietaria de la mina, usa la fluorita que se produce allí. En plena crisis del coronavirus, el decreto del Gobierno mexicano que suspende todas las actividades “no esenciales” durante un mes ha sumido en la incertidumbre las operaciones de esta planta y amenaza con interrumpir de forma brusca la cadena de suministro global.
“Sin el mineral, la cadena médica de suministro está muerta”, asegura Sameer Bharadwaj, el presidente de Koura, la rama de Orbia que se ocupa del negocio de la fluorita. “Cuando una planta de la cadena está cualificada, no puedes cambiar la fuente. No puedes ir a China, comprar gas y enviarlo al Reino Unido”. Bharadwaj añade un elemento más a la mezcla: un aumento de al menos un 10% en los pedidos.
Con información de Revolución 3.0