Hay algunas personas que dicen que todos tenemos siete ‘gemelos perdidos’ en el mundo, con quienes se comparten varios rasgos físicos; sin embargo, es muy poco probable encontrarlos frente a frente.

En ‘Tríada’, la nueva serie de Netflix, que llegará a la plataforma de streaming el 22 de febrero, este suceso es posible.

La protagonista (Maite Perroni), quien interpreta a tres personajes simultáneamente, tiene la misión de investigar lo qué hay detrás de un misterioso caso en donde halla a dos personas idénticas a ella, mientras todos a su alrededor buscan evitar que se descubra la verdad.

Lo más interesante de este proyecto escrito por Leticia López Margalli (Oscuro Deseo) es que la trama llena de secretos, misterios, drama, tensión y mucha intriga, está inspirada en un caso real.

La historia real detrás de ‘Tríada’

Esta nueva serie de Netflix, que nos recuerda un poco a ‘Juego de Gemelas’, no es una historia nueva, incluso existe un documental titulado ‘Three Identical Strangers’, que se estrenó en 2018 y fue nominado a tres premios Emmy y ganó un BAFTA al ‘Mejor Documental’, en 2019.

Sin embargo, detrás de este proyecto, así como el de Netflix, está el caso de Bobby Shafran, un hombre que creció como hijo único después de ser adoptado por una familia americana.

La vida de Bobby parecía muy normal hasta que en 1980 se fue a estudiar a Nueva York, después de ser aceptado en el Sullivan County Community College.

Al llegar a este lugar, la gente lo saludaba como si ya lo conocieran desde hace mucho tiempo. Por un momento pensó que todo se trataba de amabilidad, pero después supo que en realidad lo estaban confundiendo con un estudiante de nombre Eddy Galland, que también había estado en esa universidad.

Tan grande fue su curiosidad que no quiso quedarse con la duda de saber más sobre este joven que al parecer era igualito a él, así que decidió ir a buscarlo.

Al estar frente a frente ambos quedaron sorprendidos y todavía más después de platicar, ya que todo apuntaba que eran hermanos. Tanto Bobby como Eddy habían nacido el mismo día y eran adoptados.

La historia causó tal revuelo que se publicó en el periódico. Llegó a ojos de David, quien decidió contactarlos porque compartía lo mismo que ellos, desde el gran parecido físico hasta la adopción y la fecha de cumpleaños.

Así es, no eran gemelos, sino trillizos separados al nacer, lo que confirmaron hablando con sus familias adoptivas. Ellos les contaron que efectivamente, los tres habían sido adoptados en la agencia Louise Wise Adoption; sin embargo, a nadie se le informó que eran hermanos.

En busca de más respuestas, Bobby, Eddy y David acudieron a la agencia donde fueron adoptados. Los encargados les contaron que decidieron hacer así las cosas porque era más fácil que las familias decidieran llevarse a un bebé que a los tres.

Pero eso fue lo que debían decir, ya que más tarde, este trío descubrió que lo anterior era mentira y más bien, junto con otro hermanos, habían sido parte de un experimento del Dr. Peter Neubauer.

El doctor quería descubrir lo diferente o iguales que podían ser los trillizos y gemelos idénticos en cuanto a gustos, personalidad, destrezas, habilidades, entre otras cosas, aún estando separados y desarrollándose en ambientes completamente diferentes.

Tras conocer la dolorosa y cruda verdad, Eddy no soportó y en 1995 se quitó la vida. Por su parte, David y Bobby prefirieron enfocarse en su relación manteniéndose cerca como los hermanos que eran, incluso, aparecen en el documental que plasmó su historia.

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