Una columna publicada este viernes 14 de Mayo en el diario El Universal, firmada por la periodista Sandra Romandía ha levantado la ceja a más de uno por la cruda narración sobre hechos de corrupción y desvío de recursos que se llevaron a cabo durante la administración de Miguel Ángel Mancera y la dirección de Jorge Gaviño en el Metro de la CDMX. 

El hecho que se narra corresponde a los tratos que realizó Ricardo del Río, personaje que trabajaba para Gaviño en el Metro y quien le operaba los “temas de compras” de la dependencia. 

Los hechos que narra la periodista indican que Ricardo del Río citó al director de una compañía comercializadora y productora de partes para trenes, Grupo Comercializador y Constructor Siete, Honorio Rivera, para hacerle una propuesta corrupta para comprar piezas para los vagones del Metro a sobreprecio: “tú vas a dar las refacciones a un menor precio a otra empresa que nos las venderá más caras. Por decir, tú las das en 70 pesos, y ellos a nosotros en 140”.

La peculiaridad de la empresa de Honorio Rivera es que fue capaz de fabricar masas para las ruedas de los vagones del Metro, una refacción que anteriormente solo se conseguía en el extranjero. 

Honorio se negó a realizar la ilegal acción propuesta por del Río, teniendo como costo ser mandado a la “lista negra” de proveedores del Gobierno de la Ciudad de México. Peor aún, también recibió reprimenda del ex director de Metro, Jorge Gaviño, quien estaba al tanto de las acciones que realizaba su subalterno Ricardo del Río: “lo debiste arreglar como te dijimos”, le dijo Gaviño a Honorio cuando este último logró entrevistarse con él. 

Las masas para las ruedas del Metro nunca se cambiaron durante la administración de Gaviño, solamente se les dio un mantenimiento menor (que consistió en cambiar los tornillos y tapones que las sostienen) que tuvo un costo de 52 millones de pesos, compra que se realizó a una tlapalería. 

Lo descrito por la periodista Sandra Romandía en su investigación sobre las triangulaciones presuntamente realizadas por Jorge Gaviño y sus subalternos, mientras fue director del Metro de la CDMX en la administración de Miguel Ángel Mancera, es una clara explicación de la cruda realidad que hoy día vive el Metro capitalino: tras un sexenio de ordeña y desvío de recursos, el Metro se encuentra en estado crítico. 

Con información de Sandra Romandía