Por Gabriela Tapia:
Iniciado el sexenio y con la promesa de combatir la corrupción como lema primordial de gobierno, sería bueno que AMLO y su equipo retomaran algunas investigaciones relevantes del año pasado sobre el tema. Por ejemplo, la investigación 2018 del IMCO en la que se identifican las dependencias o entidades con más riesgo de corrupción del país. Aunque usted no lo crea, PEMEX no figura en los primeros lugares. En cambio, sí encontramos a CFE, al ISSSTE y al IMSS. Las tres entidades, suman casi un billón de pesos en recursos públicos para contrataciones públicas que más unidades compradoras son susceptibles de caer en corrupción (IMCO 2018).
¿Alguna coincidencia entre las tres? La prestación de servicios de salud en el IMSS y el ISSSTE.
El año pasado la investigación de Transparencia Internacional “Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe” ubicó a México en primer lugar en la región en materia de sobornos y corrupción. Fueron precisamente el sector salud y el sector educativo donde más casos se identificaron.
En el sector educativo AMLO pretende combatir la corrupción a través de un call center en el que los maestros podrán denunciar cualquier acto de ilegalidad. ¿Lograrán las denuncias anónimas terminar con nuestro deshonroso primer lugar Latinoamericano? Lo dudo.
En materia de salud, aunque efectivamente los recursos asignados al Seguro Popular eran una caja negra de opacidad y por tanto de desvíos millonarios, lo curioso es que la propuesta para transparentarlo sea que el IMSS absorba al Seguro Popular. Resulta difícil entender cómo una entidad con tantas unidades compradoras en riesgo de corrupción (38%) como el IMSS será premiada con todavía más compras (las del Seguro Popular) ¿No elevará esto las unidades compradoras en riesgo de corrupción del IMSS y por tanto de los recursos destinados al sector salud? Esperemos que no y que se tengan pensadas mecanismos de rendición de cuentas en estos sectores.