El colmo del cinismo. Ciro defiende a García Luna y a Calderón tras acusaciones de Epigmenio

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El colmo del cinismo. Ciro defiende a García Luna y a Calderón tras acusaciones de Epigmenio

El colmo del cinismo. Ciro defiende a García Luna y a Calderón tras acusaciones de EpigmenioZMG /Miércoles, 22 de junio del 2022




El productor de cine Epigmenio Ibarra lamentó el asesinato de dos padres jesuitas y un guía de turistas en Cerocahui, la sierra Tarahumara en el estado de Chihuahua ocurrido el lunes pasado, y aprovechó el espacio dentro del programa de Ciro Gómez Leyva para responder a Felipe Calderón, quien en un tuit se pregunta si “¿Tocamos ya fondo?”.

“Le digo, fondo tocamos, desde que usted se robó la Presidencia, desde que nos impuso una guerra, desde que entregó la conducción de esa guerra a Genaro García Luna y de alguna manera compartió así el mando con el crimen organizado”, dijo.

El cineasta comentó que ese episodio le hizo recordar el asesinato del padre jesuita Ignacio Ellacuría en San Salvador, a manos de un joven militar que comía pan y café, con el que había conversado antes sin saber que era el homicida.

Epigmenio dijo además que el asesinato de los padres jesuitas y el guía de turistas deja ver la frialdad y la arbitrariedad con la que los sicarios actúan.

En su colaboración semanal con Gómez Leyva para el programa Por la Mañana en Grupo Fórmula, el periodista cercano a la 4T explicó que los sicarios empiezan a matar desde edades muy tempranas, por lo que no tienen capacidad de discernir de sus actos, cometen atrocidades y en el absurdo de éstas, hasta se confiesan con el compañero de una de sus víctimas, tal como ocurrió en este caso, ya que el sicario pidió el perdón al padre Javier Ávila, quien se encontraba en la iglesia.






Durante el programa, exhibieron la fotografía del presunto sicario de los sacerdotes y el guía, José Noriel Portillo Gill ‘El Chueco’, quien tiene una orden de aprehensión desde el 2018 por el asesinato del joven estadounidense Patrick Braxton Andrew. Epigmenio mencionó que este sicario al igual que muchos más, surgieron en el sexenio de Felipe Calderón, debido a la guerra contra el narcotráfico que impulsó “desde su escritorio”. 

“La prueba para ser sicarios son 8 asesinatos en muchas organizaciones; después de 8 asesinatos pueden ser jefes de sicarios y tener un grupo y seguir operando y matar. Por matar a una persona les pagan 2 mil, 3 mil pesos, mil pesos, depende de la célula. Pero tenemos un ejército de hombres jóvenes que frisan los 30 años que llevan 12 años matando y que no saben hacer otra cosa”, alertó.

Gómez Leyva no dio crédito a las palabras del cineasta y refirió que ya no se puede achacar la responsabilidad de la inseguridad al ex presidente porque quien manda ahora es Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Dijo que tampoco se puede culpar a Genaro García Luna, el ex Secretario de Seguridad de Felipe Calderón, pues además se encuentra preso en una cárcel de los Estados Unidos.





Radio Fórmula entrevistó al padre Javier Ávila, quién narró lo dicho por el sobreviviente Jesús Reyes:

Así, dijo que ‘El Chueco’ comenzó por asesinar al guía Pedro Eliodoro y prosiguió con los curas Javier Campos y Joaquín Mora, de 79 y 81 años, pero se detuvo ante el padre Jesús Reyes.

“El interrogante de quién queda con vida es por qué a mí no me mató”, dijo.

Al tiempo que explicó que: “Él estaba en medio de los dos sacerdotes cuando el delincuente con el arma en la mano mata a uno, cae; después se dirige al superior jesuita, también lo mata”.

Seguidamente dijo que el delincuente se quedó desconcertado y se puso a platicar con él, le pidió perdón, “le pidió confesión”.

Además dijo que estuvieron platicando una hora. Javier Ávila mencionó que el padre sobreviviente negoció con ‘El Chueco’ que los tres cuerpos permanecieran dentro del templo. Sin embargo, luego de una hora las víctimas mortales fueron levantadas por hombres armados, subidas a camionetas y retiradas del lugar.

Entre otras cuestiones se detalla que los sacerdotes asesinados conocían a El Chueco desde que era un niño, cuando comenzó su actividad criminal en esa zona.

Ibarra señaló que la narrativa de guerra de hace dos sexenios aún permea en la sociedad mexicana, por lo que es difícil erradicarla en los primeros 4 años del actual sexenio ante el surgimiento de ejércitos de sicarios, pese al cambio de estrategia.

El cineasta dijo que puede probarse la colusión entre el narco y las más altas autoridades del país, refiriéndose a García Luna.

En ese punto, Gómez Leyva aseguró que “no se puede probar”.

—Desde Gutiérrez Rebollo hasta el Secretario de Seguridad Pública del Gobierno de Felipe Calderón, dijo Ibarra.

—Qué se fue en 2012, y hoy estamos diez años después, diez años después responsabilizando a un funcionario que se fue del gobierno hace diez años, reviró Ciro.

—No estoy responsabilizando, a ver, es infantil decir eso.

—No, es infantil lo que dices. A ver, hacemos pausa y reordenamos y concluimos esta conversación recurrente, este tema recurrente, señaló el conductor.

—Y será recurrente y volveremos a este asunto hasta que ese señor esté en la cárcel, agregó Ibarra.

En el colmo del cinismo, cuando Epigmenio Ibarra ya se había ido, Ciro Gómez Leyva le mandó saludos a Felipe Calderón, a quien dijo ante las preguntas de su auditorio, ha invitado en reiteradas ocasiones al programa pero no ha podido asistir.

Los comentarios de Epigmenio Ibarra hicieron enojar a Calderón y otros personajes del periodismo que vivieron de la publicidad oficial en anteriores sexenios. Entre ellos, Marco Levario Turcott de la revista Etcétera.


Con información de Polemón.