Padre Francisco recibe 27 años de cárcel por muerte de Leonardo Avendaño
Redacción
En un caso un tanto extraño
por el misterio sobre los motivos, el padre Francisco Javier Bautista recibió
una condena de 27 años y medio de prisión por el asesinato del seminarista
Leonardo Avendaño, de 29 años.
En breve entrevista con el
hermano de la víctima José Avendaño Chávez indicó que el párroco no habló
durante la audiencia en donde le dieron sentencia.
Josué Avendaño explicó que no
se reveló el motivo por el cual el religioso asesinó a la víctima, pues en este
nuevo proceso sólo se indaga si una persona es culpable; en caso de que sea
así, se le sentencia.
El párroco no obtuvo ningún
beneficio, pues las pruebas vertidas por la fiscalía capitalina fueron
contundentes en su contra, por lo que el martes fue declarado culpable por el
homicidio del diácono en junio de 2019.
Un juez puso una reparación
del daño por 422 mil 450 pesos que deberá pagar a las víctimas indirectas.
Con información de El
Universal
En
México reina el “desorden social”: Iglesia
La Iglesia Católica señaló que
en el país reina el “desorden social”. A través de su editorial del seminario
Desde la Fe, aseguró que esta Semana Santa, como muchas a lo largo de la
historia, ha tenido que celebrarse en medio de una gran contradicción,
especialmente en México.
Dijo que por un lado, millones
de creyentes que, pese a la situación de pandemia por Covid-19, han decidido
renovar su fidelidad al camino de Cristo; mientras que otros, lejos del
espíritu cristiano, continúan sirviendo a la violencia y a la muerte.
”Basta ver las noticias de
esta semana para percatarnos del desorden social que ha reinado en el país en
estos días santos: violencia, asesinatos, discriminación, video escándalos,
injusticias, impunidad, corrupción, xenofobia, actos violentos para exigir
falsos derechos, descalificaciones entre instituciones.
“Y en medio de este laberinto,
que pareciera no tener fin, la Iglesia Católica les saluda: “¡La paz esté con
ustedes!”, con las mismas palabras de Jesús Resucitado, y les recuerda que el
dolor y la muerte jamás tendrán la última palabra, y que sólo el Evangelio
tiene una fuerza transformadora capaz de cambiar radicalmente nuestra realidad”
agregó.
Con información de La Jornada