Durante su conferencia de prensa, el presidente López Obrador dio aviso de que la fiscalía lanzará órdenes de aprehensión contra los funcionarios responsables así como los que participaron en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
En el gobierno de Peña Nieto crearon una verdad histórica, absolviendo a las autoridades y al ejército de cualquier daño realizado aquél día, por lo que la Sedena estaría ayudando internamente para esclarecer si los militares participaron en la desaparición de los jóvenes.
De acuerdo con las versiones difundidas por diversos analistas, irían por los funcionarios de nivel medio que participaron en el ocultamiento de la información; de esta forma, eventualmente podría llegarse a las cabezas.
En su momento, el procurador Jesús Murillo Karam, mencionó que las personas detenidas dijeron que los estudiantes fueron asesinados después de que policías de los municipios de Iguala y Cocula los entregaran al grupo criminal "Guerreros Unidos", por lo que los cadáveres fueron quemados, después se depositaron los restos en bolsas y fueron arrojados en un río cercano, esta resolución fue conocida como "la verdad histórica".
En poco tiempo peritos independientes descubrieron que la llamada "verdad histórica" estaba lleno de inconsistencias, teniendo en la mira al exprocurador general Murillo Karam, el ex titular de la Agencia de Investigación Criminal Tomás Zerón y Miguel Osorio Chong de falsear datos y documentos: pero ellos sólo serían la punta del iceberg.
Sin dar nombres, López Obrador señaló que no se detendrán las investigaciones hasta dar con el paradero de los estudiantes, castigando penalmente a todos los implicados.
Con información de Emmanuel Ameth.