En la opinión de Elí González
@calacuayoMX
Vamos a hablar un poco de economía, para los que siempre están hablando de crecimiento económico. Son tan buenos técnicos que han amasado fortunas y que además saben ocultarlas bajo del colchón (paraísos fiscales)
Que ellos hablen del crecimiento económico no es muy criticable, pero que sus seguidores iletrados hablen de lo mismo repitiendo como pericos, es lo más lamentable y vergonzoso.
Si se distribuyera lo promediado en el Producto Interno Bruto (PIB) entre los 127 millones de mexicanos, a cada individuo le correspondería unos 12 mil pesos mensuales. (Una familia de 5 miembros recibiría 60 mil pesos mensuales).
Los políticos y medios de comunicación que recibían su tajada y que antes eran muy felices, ahora son los que hablan del bajo crecimiento con su hashtag: #TanBienQueÍbamos.
Y sí, ellos iban muy bien pero se les atravesó AMLO.
Lo triste, lamentable y vergonzoso es qué hay gente pobre y clasemediera, que repite como perico el mismo hashtag, sin que ellos hayan sido contemplados alguna vez a ser parte de ese “crecimiento” económico que beneficiaba a sus admirados líderes.
No saben que el valor de la economía en su conjunto se debe a la acción de todos. Por lo que todos tenemos el mismo derecho a gozar de los ingresos que generamos en este conjunto de esfuerzos.
Los abusivos acostumbrados al hurto, han logrado engañar a unos cuantos ignorantes diciéndoles que el crecimiento económico va para abajo, porque se le está dando dinero a los pobres.
Cualquier mente inteligente entre los pobres y de clase media debería entender que si había crecimiento económico y no le llegaba a ellos, ese dichoso crecimiento no les sirve no les ha servido para una fregada.
¿Quieren saber cuál era él crecimiento económico del que hablan los políticos y medios de comunicación? ¿Donde se queda ese dinero que según ellos hacía crecer al país?
En 2014 Ricardo Fuentes-Nieva, director de la organización Oxfam, dijo que el Índice de Gini evidencia el tamaño de la desigualdad en México. (0.79%) lo que significa que el país está mucho más cerca de la desigualdad extrema, que de la equidad absoluta, el cero.
Y lo más doloroso es que gobiernos, empresas privadas, empresas públicas e instituciones financieras están en manos de 12 familias.
Esas 12 familias concentran toda la riqueza nacional. Y de ahí para abajo son salpicados sus empleados, expresidentes y políticos que hoy protestan porque en esa riqueza se quiere incluir a los pobres.
Los que protestan contra el reparto de dinero a los más pobres son esos que no forman parte de los 12 más ricos de México pero si son los 3,790 súperricos que la empresa Knight Frank contabilizó. Como dicen vulgarmente: gatos del patrón pero ricos finalmente.
Los políticos “gatos del patrón” siempre nos mencionan al INEGI como fuente de información y con eso juegan con los mexicanos.
Y por supuesto que el INEGI nos proporciona datos sobre los ingresos y los gastos de los mexicanos. Pero de los mexicanos normales, (nosotros). El INEGI, no considera a ellos.
Si nos queremos informar de la realidad, tenemos que recurrir a medios privados internacionales como Forbes o Frank Knight, porque los superricos no quieren que nos enteremos cuánto dinero han acumulado y cómo lo obtuvieron.
¿Por que ahora atacan y tratan de desviar la atención de los mexicanos vulnerables que se dejan engañar fácilmente?
Porque podría salir a flote la verdad sobre todo lo que han saqueado a lo largo de las últimas décadas y saben que si este gobierno continúa, se aprobarán nuevas políticas públicas que les obligará a devolver un poco de lo robado por medio de nuevos impuestos a las herencias, transferencias financieras, rentas o ganancias de capital.
Recientemente Alfonso Ramírez Cuéllar colocó sobre la mesa la propuesta de la elaboración de estadísticas generales por el INEGI que nos permitan conocer como está configurada la concentración de la riqueza en México.
En cuánto salió a la luz la propuesta, de inmediato salieron los empleados de los súperricos a protestar con sus medios de comunicación tergiversando la información.
Si el INEGI tuviera la facultad constitucional, de accesar a la información fiscal, bancaria y financiera del país para poder realizar cálculos objetivos y confiables sobre la distribución de la riqueza, se desnudaría toda la desigualdad y tendríamos en las manos la herramienta para decirles en su cara que ya no podrán seguir engañando a los más pobres que son vulnerables a sus mentiras.
Como mexicanos tenemos el derecho de conocer la estructura social y económica de nuestro país.
Si de verdad amas a México, si amas a tu familia, no permitas que te sigan engañando con sus cuentos de Tan bien que íbamos...
Los enemigos son ellos. No es el presidente, no somos nosotros. Nosotros solo te decimos la verdad.
Piénsalo y deja de repetir qué hay un bajo crecimiento económico. Lo que está pasando es que esos superricos, sí están sintiendo su bajo crecimiento. Porque pronto, el crecimiento económico se verá en los más necesitados.