
Vicente Fox Quesada afirmó esta semana en una entrevista con CNN que “difícilmente” tiene para comer en el Rancho San Cristóbal, su residencia ubicada en el estado de Guanajuato. Pero, entonces ¿de qué vive el expresidente?, ¿cómo reactivará su economía después de la contingencia por la COVID-19?
En el 2018, Vicente Fox dejó de recibir su pensión presidencial tras la aprobación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos en la que se suprimió este beneficio para los expresidentes. Desde entonces, por más que Fox reitera que sobrevive al día con recursos económicos limitados, la solvencia que refleja el Centro Fox contradice sus afirmaciones. Este centro creado en un principio con fines altruistas y registrado como una organización civil se ha asociado con empresas que mueven millones de dólares, como es el caso de UST Global, dedicada al desarrollo de software.
Durante la cuarentena, algunas de las empresas que aparecen en la lista de socios del Centro Fox en su página web llevan en sus redes sociales una comunicación que exhibe su interés por reactivarse lo más pronto posible; lo que beneficiará a los empresarios y a los trabajadores de estos negocios, pero que a su vez, también beneficiaría al expresidente, sobre todo para salir de la crisis económica que atraviesa, según afirmó en entrevista en días pasados.
Vicente Fox es socio fundador del Centro de Estudios, Biblioteca y Museo Vicente Fox Quesada A.C., un proyecto en el que ha incorporando nuevos socios en los últimos 14 años, entre ellos la empresa de capital hindú, UST Global.
Fox también se beneficia con la Hacienda San Cristóbal, un complejo turístico que se encuentra en el interior del mismo Centro Fox; en tanto que las fundaciones que dirige con su esposa Martha Sahagún Jiménez le permiten mantener un estilo de vida glamuroso con los eventos de gala que organizan para recaudar fondos y de los que también comparten fotografías en las redes sociales. Eventos de moda y alta costura como el #FashionDaysSMA que están muy alejados de la austeridad de los mexicanos que viven al día sin poderse dar el lujo de tener una cuenta de ahorros y con los que se ha comparado el exmandatario.
Los Fox se han beneficiado del hermetismo en sus fundaciones, ya que ni el Centro Fox ni la fundación Vamos México que dirige su esposa, ofrecen datos abiertos al público en materia de transparencia sobre los donativos que reciben.
Una pista del dinero que mueven los Fox por medio de sus fundaciones se encuentra en el reporte de “Donatarias Autorizadas” de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). De acuerdo con ese documento, la Fundación Vamos México, A.C., obtuvo en el 2018 un total de 37 millones 817 mil pesos entre donativos y otras ganancias, según el desglose de otros ingresos recibidos por las donatarias autorizadas por entidad federativa y por tipo de donataria autorizada. El Centro Fox otros 22 millones 271 mil pesos.
Durante la pandemia, los trabajadores de Fox no vieron afectado su salario aún cuando no están laborando, según indicó el expresidente en la entrevista con CNN y señaló que son gastos que absorbe, sin embargo, las actividades de recaudación y donativos en este periodo no se detuvieron, de acuerdo a lo que informan en las redes sociales.
Con información de Sin Embargo.