Redacción
El mapa que muestra la
Organización Mundial de la Salud (OMS) para México es sorprendente.
Prácticamente toda América aparece ya en color rojo, signo de una epidemia de
coronavirus avanzada, salvo México, que permanece gris, es decir, en una
primera fase, con 203 afectados y dos fallecidos.
Los responsables de la
OMS-Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el país centroamericano,
Jean Marc Gabastou (Orthez, Francia, 1963) y Cristian Morales Fuhrimann
(Santiago de Chile, no quiere dar su fecha de nacimiento) que han decidido
hacer esta entrevista juntos, aseguran que se están tomando las medidas
adecuadas y que este tiempo ganado está sirviendo para ir tomando lecciones de
otros países antes de que la pandemia se haga fuerte.
A pesar de todo, afirman que los
peores escenarios también llegarán y que es impredecible saber qué ocurrirá
entonces. Para México se ha elevado la predicción de afectados graves: aquí no
se calcula un 5% sino un 7% de la población, debido a la mayor incidencia en
este país de la diabetes y la obesidad, debilidades en la lucha contra el
virus. Los entrevistados saben bien que la pobreza mata, por eso sus mensajes
sanitarios siempre llegan moderados por un aviso económico.
La casa de la OMS en México está
llena de gel antivirus por todos lados y un expendedor de espuma recibe en el
ascensor. Pero, si no hay síntomas, ni hablar de mascarillas. “Quítenselas”,
ordena Gabastou.
Pregunta. En otros países se está
haciendo autocrítica por no haber tomado a tiempo medidas que habrían ayudado a
contener o reducir la epidemia. ¿Qué pasa con México?
Morales. México está tomando
varias de las lecciones aprendidas por otros países, como China, y está
aplicando medidas coherentes con las recomendaciones de la OMS; fue el primero
en poner a punto una prueba de detección para el coronavirus y eso es premisa
básica para disminuir la velocidad de dispersión de la pandemia. Esos esfuerzos
nos hacen pensar que se siguen haciendo bien las cosas, los 164 son aún
importados [de otros países con la epidemia] y las personas con las que
estuvieron en contacto han sido estudiadas, eso nos deja tranquilos. Estando
aún en el escenario 1 se están aplicando medidas típicas del 2, cuando ya se da
transmisión comunitaria. Eso es ir por adelantado. Pongo este ejemplo: en
España cerraron las escuelas cuando llevaban más de 1.000 casos y en Italia mas
de 2.000; aquí se han clausurado con 100. Podemos apreciar que hay cosas que se
están haciendo correctamente, aunque eso no significa que todo va a salir bien,
sabemos que vamos a transitar muy pronto al escenario 2 y que el 3 va a
expresarse muy probablemente en las próximas semanas. La incógnita es cómo
sucederá. ¿Se dará igual por todo el país, escalonadamente por Estados? Eso es
un gran desafío.
P. ¿Cuáles son las fortalezas de
México para enfrentar esta crisis?
Gabastou. Tiene establecimientos,
tecnología de muy alta calidad y personal muy preparado. La capacidad de
reacción fue inmediata, tiene uno de los laboratorios de más calidad en la
región y en el mundo, y fue el primer país en implementar el algoritmo para el
diagnóstico completo. Capacidad tiene, es cuestión de organización y
reorganización en los servicios ante una situación como esta y es ahí donde
vamos a ver cómo responde al escenario 3 en las semanas que vienen.
P. ¿Cómo prevén que responderá?
Gabastou. A la luz de las
experiencias de otros países, esperamos que se haya aprendido y que se tomen
medidas que mitiguen los efectos económicos, sanitarios. Cada semana ganada nos
enseña lo que se debe o no hacer y el costo relacionado con la eficiencia.
P. ¿Una quiebra de la economía
social podría ocasionar muertes a medio plazo, quizá más que las originadas por
un virus como este?
Gabastou. A corto plazo, hay que
mantener la continuidad de los servicios en general y en particular los de
salud, porque hay otras enfermedades, transmisibles y no transmisibles,
crónicas, que requieren monitoreo, tratamientos que pueden verse afectadas. Y a
medio y largo plazo la economía tiene un efecto global y México no estará
exento de esos efectos colaterales, de consecuencias sanitarias, económicas y
sociales.
P. El Gobierno, alertado de otras
crisis, ¿no estará quizá primando resguardar la economía en lugar de tomar
medidas más drásticas o eficaces contra la pandemia?
Gabastou. Esas medidas drásticas
no han demostrado su eficiencia. Si hubiera una receta mágica la aplicaríamos,
y nosotros la recomendaríamos, pero esa receta no existe. Países con el PIB
alto que han iniciado medidas muy drásticas pueden sufrir un impacto más fuerte
porque finalmente dependen de las finanzas de la especulación. Esas medidas no
mitigan el impacto económico. México está resistiendo y es un país con muy
pocos casos. Eso va a cambiar rápidamente, pero este esquema nos habrá hecho
ganar días o semanas.
P. Dice que México ha aprendido
de otros países, pero sus colegas de la OMS en Europa aseguran que los éxitos
de China, o Corea del Sur dependen de los test de detección que se han tomado
entre la población. México no ha hecho muchos, en comparación. ¿No hay una
contradicción entre lo que dice la OMS allí y aquí?
Morales. La OMS es una sola. El
llamado del director general a los test es para saber por dónde va la epidemia
y su dispersión. Quiénes, cómo y por qué se están infectando. En México se
hacen test sin dejar a ningún sospechoso. Y además hay un sistema desplegado,
gracias a su capacidad de vigilancia epidemiológica, que se llama centinela y
que ocupa el sistema de detección de influenza, al cual se le agrega un
algoritmo para testear el coronavirus. Hay más de 400 centros para eso y se va
teniendo un panorama de la evolución. Es coherente con la insistencia del
director general de la OMS.
Gabastou. El aislamiento de
pacientes que podrían transmitir la enfermedad se ha hecho a cabalidad. Si
hacemos un tamizaje masivo, ¿a cuántas personas hay que efectuar la prueba y
cuántas veces? Ahí ya estaríamos hablado de costo-efectividad. Un negativo hoy
no significa que lo sea dos días después. Es mejor el sistema centinela que,
hasta hoy, no ha dado ningún resultado positivo. Eso no garantiza que el país
esté exento, hay que estar reactivos.
P. Al Gobierno se le tuvo que
insistir durante días para que diera el número de test efectuados. Dijeron
entonces que llevaban 9.100. No se ha vuelto a hablar de cifras. ¿No sería
conveniente dar estos datos para la tranquilidad de la población?
Morales. Es legítima la
preocupación. La población está en derecho de conocerlo. Corresponde
preguntarle a las autoridades nacionales. No veo por qué no se da esa
información y si no se da hay un problema.
Gabastou. 9.000 pruebas para la
fase 1 de la epidemia y eventualmente 2 es suficiente. En cuanto entremos en el
2 el número de casos y de contactos aumentará y cada vez que tengan síntomas se
van a ejecutar estas pruebas y se va a aplicar el muestreo de la vigilancia centinela,
ya se está planificando la elaboración. Ya hay proveedores aquí que fabrican lo
necesario para estas pruebas. No vamos a estar faltos de pruebas. Y también se
hacen proyecciones para el escenario tres, pero no es que entonces se vayan a
multiplicar las pruebas, porque ahí ya no hay valor agregado, serán atendidos
en función de su sintomatología leve, severa o critica. Ahí [lo que se precisa]
son más insumos de protección.
P. Tampoco en eso se está siendo
todo lo transparente que se debiera.
Gabastou. Se ha hecho un
inventario de insumos para los tres escenarios y sobre esa base hay un análisis
que generó un proceso de compra de insumos y de capacitación [de personal],
campañas de información, reactivos y dispositivos médicos [de acuerdo] con todas
las instancias de salud. Sobre ello se ha redimensionado y se están preparando
para alimentar la red para los futuros escenarios, en los que no entraremos de
golpe. A medida que los Estados, los distritos vayan resultando afectados, los
insumos llegarán. Y siempre debe haber una reserva estratégica que garantice
que toda la población esté atendida oportunamente y con la misma calidad.
Morales. A partir de ese análisis
sea estimado cuántas personas van a requerir atención: la gran mayoría de los
que no infectemos no vamos a desarrollar enfermedad. Alrededor del 14% de los
sintomáticos van a requerir cuidados especializados y probablemente la mitad,
un 7% de ese 14 necesitará cuidados intensivos. Lo que nadie conoce es si estos
números se van a expresar al mismo tiempo o paulatinamente. No es lo mismo que
la atención especializada para ese 7% se requiera en 10 días o a lo largo de
tres meses; de ello dependerá la presión que sufra el sistema de salud.
P. Otros países hablan de un 4% o
un 5% ¿Por qué México tiene el 7%?
Gabastou. Por las características
de la población. Aquí hay más gente joven, sí, pero es el segundo o tercer país
en diabetes y obesidad, que son factores de riesgo. Un 50% de los que entren en
cuidados intensivos podrían fallecer, por eso es mejor que se prevea un número
superior para anticipar derivas e imponderables.
P. En México miles de personas
mayores de 60 años están en las cajas de los supermercados empacando productos
para ganar unas propinas. Son población de riesgo por su edad, pero a su lado pasan
cada día miles de manos y de bocas. ¿Es prudente permitir que sigan estando en
esos espacios?
Gabastou. Es un comentario
acertado. Son de riesgo y más si tienen comorbilidad, como diabetes,
antecedentes de problemas respiratorios. Hay medidas que se están gestando y
que serán anunciadas, pero no todo es responsabilidad federal, también están
los municipios, los Estados, que deben tomar medidas acordes con la decisión de
sus poblaciones y de su población de riesgo.
P. ¿La OMS recomendaría que esos
jubilados estuvieran apartados ya de los supermercados?
R. La palabra apartados no es la
adecuada. Hablamos de protección, de garantías sanitarias, no es cuestión de
estigmatizar, sino de que tomen medidas de cuarentena, de que espontáneamente
se les recomiende aislarse y que los miembros de sus familias o asilos adecuen
la respuesta a esa población. Nuestra recomendación es proteger a esa
población.
P. ¿O sea que sí?
Gabastou. Sí, eso va a llegar y
es una parte de nuestras recomendaciones.
P. ¿Deberían estar ya protegidas,
en cuarentena, en sus casas?
Gabastou. Es un debate, estamos
en escenario 1, de preparar a las personas para cuando ese tipo de aislamientos
se apliquen; nos hemos reunido con las grandes empresas y les recomendamos
activar los planes de contingencia y aplicar las medidas correspondientes.
Todas esas medidas se van a aplicar a toda la población. En un momento dado
estas medidas se tomarán de manera más drástica como lo vimos en Europa. Todo
esto permite la continuidad y la estabilidad de la economía porque esto tiene
dos caras. Se supone que con estas precauciones se limita la transmisión pero
la segunda cara es que se colapse el país y eso podría tener efectos
colaterales sobre otras enfermedades o sobre capas de la sociedad, como el desempleo,
la violencia.
Con información de El País.