Redacción
Desde hace más de seis años,
Sarai Devit, una mujer de Ecatepec, Estado de México, ha sido violentada
física, verbal y sexualmente por parte de su ex pareja sentimental. Quiso denunciarlo,
pero la respuesta de las autoridades municipales fue nula.
En 2008, Sarai decidió formar una
familia con el hombre, de quien prefiere omitir su identidad, por temor a
represalias. En un principio, todo marchaba bien; empero, con el transcurrir del
tiempo, las cosas comenzaron a cambiar. De manera gradual él volvió violenta la
relación.
Los problemas eran cada vez más
frecuentes, y las conductas de su pareja más agresivas. Por esa razón, comenta
Sarai, decidió ponerle fin a aquella relación en 2014. Ella pensó que ahí
terminaría todo, pero estaba equivocada. La pesadilla apenas comenzaba.
En entrevista para Sinembargo,
Sarai relata las constantes agresiones de que fue objeto una vez que ya se
había separado de su ex pareja.
El sujeto ha amenazado a Sarai
con quemarle el rostro o el de su madre con ácido, le ha hecho estallar
cohetones cerca de un tanque de gas, le ha gritado mensajes obscenos por la
calle. “Yo te voy a mandar a matar a ti y a toda tu familia, te voy a mandar
desaparecer”, le ha proferido.
En alguna ocasión, él quiso
agredirla sexualmente mientras hablaban al interior de su automóvil. Ella se
resistió y él comenzó a golpearla con fuerza. Por esta razón, vecinos que
presenciaron los hechos solicitaron el apoyo de una patrulla para auxiliar a
Sarai. Los oficiales arribaron y la trasladaron al Ministerio Público de
Ecatepec.
Ya en el lugar, Sarai intentó levantar la denuncia, pero le
pusieron varias trabas, no quisieron tomar su declaración ya que “no había
quién la atendiera” y le dijeron que “que regresara después”. Sarai menciona
que también solicitó la revisión de un médico legista, pues su agresor le abrió
el labio, misma que le negaron.
Ante la negativa, Sarai decidió
marcharse; sin embargo, pese a que no recibir la ayuda solicitada, en el MP le
hicieron firmar un documento en el que constaba que sus derechos habían sido
resguardados.
“Temo por mi vida”, les dijo
Sarai, en el MP le respondieron que su lesión no era grave, pues no iba herida
de bala o se encontraba en un hospital. Entonces desistió y se marchó.
Con información de Sin Embargo.com