Redacción
En su columna para Sin LíneaMX,
Alam Bernal pone sobre la mesa el debate sobre si el neoliberalismo de
gobiernos anteriores y de la oposición son los que han generado el
individualismo general, por encima de la sociedad, y promueven la
descomposición social que actualmente vivimos.
Titulada: ¿Es culpa o no del
neolineralismo?, Bernal habla sobre la desintegración de la familia y cómo ha
roto el núcleo de la sociedad.
Aquí su columna:
En las últimas semanas dos
acontecimientos han consternado a la sociedad, los feminicidios de Ingrid y
Fátima. Y es que, la cifra de asesinatos contra mujeres en nuestro país es
alarmante, diariamente se conocen casos atroces de violencia contra las mujeres.
El presidente Andrés Manuel López
Obrador, mencionó en su conferencia mañanera del 17 de febrero, que el grado de
descomposición social provocado por la política neoliberal. Señalo también la
crisis profunda de pérdidas de valores en el país.
Ante estos señalamientos, la
derecha ha tratado de contradecir los dichos del presidente, incluso algunos
personajes del PRI y del PAN, se burlaron y acusaron de ser una excusa para no
solucionar de inmediato estos sucesos.
Para entender la veracidad en las
palabras del presidente, es necesario más de una burla, conocer como en sus
entrañas la política neoliberal destruye el tejido social apostando por la
reducción del Estado y generando un descontento político y social.
Comencemos por recordar las
palabras de la ex primer ministra británica Margaret Thatcher, también conocida
como la “dama de hierro” y ferviente promotora de la política neoliberal, que
consideraba que: “La sociedad no existe solo hombres y mujeres individuales”.
Y es que, el neoliberalismo
promueve el individualismo, el egoísmo, atentando contra las luchas colectivas,
la solidaridad. Lo cual ha llevado a una sociedad fragmentada desde el entorno
familiar, creando familias disfuncionales. Además de la falta de oportunidades
para los miembros de la sociedad, desde la educación, el acceso al deporte y
las artes.
La falta de inversión a la
cultura, el deporte y la educación por parte de los gobiernos neoliberales,
llevó a cientos de jóvenes a refugiarse en el mundo de la violencia y de las drogas,
cabe señalar que está probado que miembros del gobierno buscaron integrarse a
este negocio.
La pérdida de derechos laborales,
llevó a las familias a desintegrarse paulatinamente, pues en muchos de los
casos ambos padres trabajan por largas jornadas laborales y por bajos sueldos,
dejando a los hijos sin supervisión y mayores cuidados.
Y es que el atentado en Torreón
el pasado 10 de enero, es muestra de que un menor proveniente de una familia
desintegrada puede ser un arma de tiempo. La vida del “Pirata” de Culiacán
asesinado con apenas 17 años, no es muy distinta a la del primero: una familia
disfuncional.
La desintegración de la familia ha roto el núcleo de la sociedad, nos ha llevado a un contexto de horror no visto, sumado a ello la falsa guerra iniciada por Calderón en 2006, contra el crimen organizado.
La política de AMLO, es
contrarrestar de raíz la descomposición social, abriendo espacios a los jóvenes
con apoyos para estudiar o para capacitarse en un empleo. Al mismo tiempo que
se fomenta la organización sindical, para recuperar diversos derechos
laborales.
Esto sin olvidar las reuniones
que cada día hace el presidente con el gabinete de seguridad y ordenado para
los otros dos niveles de gobierno realizar. Nunca en la historia de este país,
un gobernante había puesto tanta atención al tema de seguridad.
Es imposible detener la violencia
en todas sus vertientes por decreto, todo proceso lleva su tiempo, modificar el
pensamiento de una sociedad es largo. Un cambio en el pensamiento machista, misógino,
homofóbico, etc. es complicado en una sociedad que se fue descomponiendo por
años.
Y entonces: ¿Si es el culpable el
neoliberalismo? o ¿no?