El caso de los presuntos micrófonos espías encontrados en las oficinas del PAN en el Senado de la República han generado un sin fin de preguntas entre los mexicanos que claramente no creen que sea real la acusación.

Lo que el PAN hizo el día de ayer ha despertado más burlas y risas que indignación o repudio. Y es que es claro que, tal como están las cosas, el PAN, con el pírrico apoyo que tiene de la ciudadanía y con su minoría en las cámaras es un cero a la izquierda en el espectro político nacional. 

Entre las preguntas destacan las que se cuestionan quién y por qué querrían “espiar” a un partido como Acción Nacional, señalando que el blanquiazul no tiene nada que ofrecer y que valga la pena ser filtrado.

Tal es la impopularidad de la derecha reaccionaria, que los tuiteros consideran que ni siquiera es necesario espiarlos, pues sus acciones ilegales son conocidas por todos los mexicanos.