La agresión se dio en el contexto en que la nueva ministra de Comunicación acusó de “sedición” a los “seudoperiodistas” que cubren las manifestaciones contra Jeanine Áñez.

Distintos medios de comunicación vienen dando cobertura a las protestas ocurridas en Bolivia. En ese sentido, un nuevo caso de agresión contra la prensa ocurrió el último viernes, cuando fuerzas de seguridad del Estado arrojaron gas lacrimógeno a la periodista argentina Teresa Bo.

Bo, corresponsal del canal Al Jazeera en inglés, publicó el momento exacto en redes sociales y sostuvo que en La Paz “solo estábamos en la calle reportando lo que pasaba y la policía boliviana responde así”.

En los primeros segundos se aprecia cuando la rocían directamente a la cara. “La policía me acaba de tirar gas lacrimógeno a propósito. Esto es lo que está sucediendo en el medio de una plaza donde la gente ha estado protestando pacíficamente. Es extremadamente difícil hablar, lo siento mucho”, llegó a decir.

Otros comunicadores, especialmente de la Argentina, han sido atacados por fuerzas de seguridad públicas. Sobre esto, la nueva ministra de Comunicación del Gobierno provisional, Rozana Lizárraga, acusó a los profesiones de “sedición” y los calificó de “seudoperiodistas”.

La flamante ministra, designada por la presidenta interina Jeanine Áñez, aseveró que los periodistas “son en algunos casos bolivianos y en otros extranjeros" y "tienen que responder a la ley boliviana”. E incluso añadió que ya están identificados y “van a tomar las acciones pertinentes”.

“Solo intentamos hacer nuestro trabajo. No me gusta ser la historia porque creo que lo que realmente importa es lo que le pasa a la gente en Bolivia. Pero espero que esto sirva para que se respete nuestro derecho a trabajar”, respondió Bo en Twitter.

Hasta el momento se han reportado al menos 20 fallecidos y más de 500 heridos en enfrentamientos desde que estallaron las protestas después de las elecciones generales del pasado 20 de octubre, donde había sido reelegido Evo Morales.

Ante las “irregularidades” denunciadas por la OEA, las incesantes manifestaciones y la “sugerencia” de las Fuerzas Armadas de que dimitiera, Morales dejó el cargo tras casi 14 años en el poder.