Redacción

La pandemia por Covid-19 no solo golpeó los bolsillos de empresarios, comerciantes y trabajadores de todo tipo, también ha hecho que la iglesia se vea afectada de manera severa debido al distanciamiento social.

Los templos católicos también han sufrido por la epidemia ya que desde el 30 de marzo han presenciado la ausencia de sus feligreses por el distanciamiento social que ha impartido el gobierno mexicano para evitar más contagios de coronavirus.

La falta de aportaciones económicas y las donaciones que realizaban los fieles a diario, semanal o mensualmente ha impactado negativamente en los gastos de los santuarios como los salarios de los empleados y el pago de servicios básicos como el agua y la electricidad.

En la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México se encuentra la iglesia de la Sagrada Familia, es uno de los templos afectados, a pesar de que algunos sacerdotes hayan mantenido la comunicación con sus feligreses, esto no ha ayudado en la parte financiera para mantener sus parroquias.

“Al no asistir los fieles a las misas, vemos muy reducidos los ingresos y los gastos son los mismos que antes, al menos en las alcancías hay mucho menos dinero, y tenemos que mantener los trabajos de la secretaría parroquial, del sacristán y de quien nos ayuda con el aseo”, manifestó el sacerdote Fernando Ramírez.

De igual forma, en la Basílica de Guadalupe se anuncian constantemente en las transmisiones televisivas en la misa dominical del cardenal Carlos Aguilar varios números de cuentas para apoyar a la iglesia católica, que no se detiene durante esta contingencia.

También se ha visto afectado el Santuario Mariano que es uno de los más visitados del mundo y con los mayores ingresos financieros, ya que este ha suspendido todas las peregrinaciones que día a día llegaban al Tepeyac para rezar ante la imagen de la Virgen de Guadalupe.

El Centro Católico Multimedial (CCM) detalló que en su editorial “Iglesia mexicana y el nuevo comienzo post pandemia”, que la merma de ingresos en los templos de las 18 provincias eclesiásticas del país aún no se puede determinar con exactitud.

“Algunas comunidades de los grandes núcleos urbanos han resentido de tal forma esta escasez de recursos que los pone en una difícil situación de virtual quiebra de la cual se tardará mucho en salir aún más cuando el retorno después del confinamiento será de manera escalonada”, se expuso.

Con información de El Gato Político