Su agenda está enfocada a fortalecer el andamiaje institucional de combate a la corrupción; agenda también primordial de nuestro presidente. Propuso una ley para establecer medidas de protección a denunciantes y testigos, y dos iniciativas de Ley de Amnistía: una para presos por posesión de marihuana y otra para indígenas que no tuvieron acceso a un traductor, entre otras.
Así pues, habrá que estar atentos a la postura que asuma el senador Castañeda frente la inminente aprobación de la Política Nacional Anticorrupción, que, con un año de retraso, buscará imponer el gobierno federal en los próximos días. Por eso, es nuestro personaje de la semana.
Por cierto, hace poco, Castañeda consiguió que aprobaran en comisiones una iniciativa más, una que no encantó a todos los legisladores y que terminaron por bloquearla: que la Ley 3 de 3 sea obligatoria, pública y completa para todos los funcionarios, porque, como dice él, la legislación que hoy tenemos fue editada al grado de que las declaraciones patrimoniales, de interés y fiscal, no tienen que ser públicas ni completas para los funcionarios.
¿Cómo consiguió que 27 diputados presentaran su 3 de 3 y renunciaran a bonos? Con liderazgo. Castañeda, quien también es vicecoordinador de los senadores de Movimiento Ciudadano, es reconocido por su liderazgo y congruencia. Hay que decirlo, también por carismático y ecuánime.
Llegó al Senado por mayoría de votos en Jalisco, de hecho, fue uno de los pocos estados donde se logró contener la ola de Morena.
Su trabajo como coordinador nacional de Movimiento Ciudadano también ha trascendido. Ante la SCJN presentó una acción de inconstitucionalidad contra Jaime Bonilla, quien pretende extender su gubernatura de dos a cinco años.
Castañeda es politólogo por la UdeG –universidad en la que es profesor investigador con licencia del Departamento de Estudios Políticos– con maestría y estudios de doctorado en Ciencia Política por la New School for Social Research de Nueva York.
Al menos se conocen tres pasiones del senador: su familia, tiene dos hijos, Luciano y Mariela; la literatura, uno de los libros que a todos recomienda es El hombre que amaba los perros, de Leonardo Padura; y el futbol, él sufre y disfruta cada partido de las Chivas.
¿Si no fuera político, a qué se hubiera dedicado? Siempre ha contado que quería tener un grupo de rock y presentarse en distintos escenarios, pero la música no se le dio; también cuenta que le hubiera encantado ser futbolista, pero tiene dos pies izquierdos para patear el balón. Lo que sí se le dio fue el teatro. De niño le tocó interpretar a El Principito en uno de los escenarios más bonitos de Jalisco, el Teatro Degollado.
¿Padrino político? No tuvo. A diferencia de muchos otros políticos, Castañeda se ha ganado cada espacio que ha ocupado a partir del esfuerzo. Él es de aquellas personas que creen y ejercen la cultura del esfuerzo.
En Jalisco, bastión de Movimiento Ciudadano, es de todos sabido que Clemente Castañeda es pieza clave en el proyecto político del gobernador Enrique Alfaro. Frente al gobierno federal, se han consolidado como una oposición que argumenta y propone.
También es pieza clave en la relación que hay entre Enrique Alfaro y Dante Delgado, coordinador de los senadores de Movimiento Ciudadano. Castañeda se encarga de conciliar las opiniones de estos dos políticos sobre los temas relacionados con el presidente de la República.
Este año será una prueba de fuego para el coordinador nacional de Movimiento Ciudadano rumbo al periodo electoral del 2021.
Con información de Expansión Política y Lourdes Mendoza.