Después de tres semanas de intensas presiones ejercidas por diversos sectores internos –sobre todo de la cúpula del poder militar– e internacionales, que derivaron del cuestionado proceso electoral del pasado 20 de octubre, Morales anunció esta tarde su renuncia durante una alocución televisiva, con lo que puso punto final a 14 años en la presidencia de Bolivia.

En su mensaje televisivo, pronunciado horas después que la cúpula militar –en voz de Williams Kaliman, jefe del Mando Militar de las Fuerzas Armadas– “sugirió” la renuncia del mandatario, Morales llamó al “mundo entero que sepa cómo grupos oligárquico conspiran contra la democracia”, y expresó: “Lamento mucho este golpe. Quiero decirles la lucha no termina acá. Vamos a continuar con esta lucha por la igualdad y la paz”.

A la rebelión interna se sumó una intensa presión internacional, ejercida por la dupla Washington-Organización de Estados Americanos (OEA).

La OEA emitió hoy un informe en el que señaló presuntas irregularidades en el proceso electoral que culminó el pasado 20 de octubre, mientras que el gobierno estadunidense de Donald Trump pidió hoy la repetición de las elecciones.

En una declaración firmada por Mike Pompeo, titular del Departamento de Estado, Washington pidió que “para restaurar la credibilidad del proceso electoral, todos los funcionarios y los integrantes de cualquier organización política implicados en las elecciones fallidas del 20 de octubre deberían hacerse a un lado del proceso electoral”.

Horas antes de presentar su renuncia, Morales había anunciado que renovaría el Tribunal Electoral boliviano y convocaría a nuevas elecciones.

Enseguida, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la decisión de Morales, a la que calificó de “triunfo de la democracia”.

En un video que subió a sus redes sociales, el mandatario resaltó que “siempre hay actitudes, hay afanes autoritarios de resolver las cosas con la confrontación, con la violencia, y el mejor método para resolver las diferencias es el método democrático. En este caso que sea el pueblo el que decida”.

Anoche, la Cancillería mexicana emitió un primer boletín, en el cual expresó su “preocupación” ante los “sucesos acontecidos” en Bolivia, y dio un espaldarazo al entonces presidente Morales.

“El Gobierno de México exhorta al diálogo, tal y como lo ha planteado el presidente Evo Morales”, sostuvo.

Por su parte, Marcelo Ebrard resaltó anoche, todavía desde su cuenta de Twitter, que un “golpe de fuerza” sería un “retroceso”.

Con información de Proceso.