Ernestina Godoy Ramos, titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CdMx), informó que la familia pidió a la dependencia no intervenir en el secuestro de Norberto Ronquillo, pero que a pesar de eso mantuvieron un protocolo de búsqueda.

“La Procuraduría General de Justicia de esta ciudad y la Fiscalía Antisecuestro han estado en todo momento trabajando y atendiendo este tema. No nos detuvo el hecho de que la familia decidiera que la negociación la iban a hacer ellos. Eso no impidió que se activara el protocolo antisecuestros”, dijo en conferencia de prensa.

También dio a conocer que de acuerdo con el estado de descomposición del cuerpo, el estudiante de la Universidad del Pedregal pudo haber sido asesinado hace seis días; es decir, el pasado 4 de junio, fecha en la que fue secuestrado al salir de la escuela por la noche.

“Estamos esperando los resultados de la necropsia para saber la hora y el motivo de la muerte. Sin embargo, por el estado de descomposición en el que se encontraba el cuerpo, pudo haber sido esa misma noche”, estimó la Procuradora.

La Procuradora detalló que fue a través de una llamada anónima al 911 que recibieron el reporte sobre la ubicación del cadáver en la Alcaldía de Xochimilco. Por ello, autoridades acudieron al lugar, donde corroboraron la presencia del cuerpo en una bolsa de plástico.

Además, descartó que a lo largo del desarrollo del caso haya existido alguna negligencia o un descuido por parte de la PGJ-CdMx. Por otra parte, la funcionaria señaló que tendrán comunicación con la familia hasta llegar a la verdad

“Vamos a tratar de que no haya impunidad. Vamos a poner todo nuestro empeño, todo nuestro corazón en este doloroso tema… Lo hemos hecho y lo vamos a seguir haciendo. […] Nosotros podemos acreditar, y mirarlos a los ojos, de que estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance”, dijo Godoy Ramos en un mensaje a la familia.

En tanto, en la Universidad, que declaró tres días de luto, estudiantes y maestros realizaron hoy una misa para recordar a su compañero, hallado este día muerto después de su desaparición.

El periodista Carlos Jiménez, del portal Contra Réplica, narra: “Un lavado de autos en Calzada de las Bombas, fue el último lugar en el que se escuchó la voz de aquel secuestrador. Ese que insultaba, amenazaba y exigía 5 millones de pesos para no asesinar a Norberto Ronquillo Hernández. Eran las 3:00 de la mañana del miércoles 5 de junio. Ahí lo escucho por el teléfono Osvaldo, el primo del universitario. Le ordenó estacionar el auto en el que iba, bajar, cruzar la calle y lanzar del otro lado de una reja, el bolso con el dinero y las alhajas, que finalmente acordaron como pago de rescate”.

Agrega: “A las 21:32 horas del martes 4 de junio salió de la Universidad del Pedregal. Sólo nueve minutos después, a las 21:41, comenzaron las llamadas para exigir un rescate. Quien las hizo usó el teléfono del propio Norberto. Su tío recibió esa primera comunicación, pero se cortó. Después la segunda: ‘!¿Por qué cuelgas puto?!’, dijo aquel hombre. Al escuchar el insulto, colgó.

“Quien recibió la siguiente llamada fue la tía de Norberto que regresaba de un viaje. Los secuestradores sabían perfectamente que el universitario vivía con sus tíos. ‘Junta dinero, empieza a juntar dinero pendeja’, le dijeron a la mujer. Al fondo se escuchaba la voz de Norberto: ‘Ayúdame tía’, alcanzó a entender ella”.

Con información de Sin Embargo.

Imágenes: Cuartoscuro