El día de hoy, miles de taxistas que decidieron salir a manifestarse y bloquear las calles de la Ciudad de México, exigieron que la jefa de Gobierno (Claudia Sheinbaum) prohiba la operación de aplicaciones móviles como Uber, Cabify y Didi, demostrando qué no les gusta este siglo y no aceptan que el mundo está cambiando.
Fueron los Integrantes del Movimiento Nacional Taxista quienes llegaron hasta la plancha del Zócalo de la Ciudad de México y bloquearon zonas de importante circulación cómo Tlalpan, el mágico EDOMEX y más, con la intención de crucificarse y así demostrar que, además de estar enojados porque la gente prefiere usar Uber, son tan graciosos como la rosa de guadalupe.
Además de su descontento con Uber, los taxistas también exigen un aumento en la tarifa que se aplica en la CDMX, pues, aceptémoslo, Dubai se queda corto comparado con los taxistas de nuestra hermosa y gris Cedemex.
Luego de todo un largo día de estar crucificados, los taxistas ya no sabían que hacer, pues nuestra jefa de gobierno aún no llegaba en su Uber para atenderlos. Medios objetivos, entrevistaron a un taxista importante del gremio y esta fue su respuesta:
Estamos buscando alternativas para ser atendidos. Ya hablé con mi compadre dueño de varios micros para ir a hacer carreritas afuera de la CDMX
Todo marchaba bien, y al parecer, los microbuseros demostraban su unión con el gremio taxista. Avanzaron apróximadamente 800 metros dirigiéndose a las afueras de la CDMX, cuándo de repente:
Acabo de recordar que para allá no vamos, mejor vamos a la fonda de Doña Jovita, que ya hace hambre
-Mencionó a su amigo taxista Brayan de Jesús Iker Segundo