El conomista Enrique Galván Ochoa en su columna «Dinero», en La Jornada explicó que cuando terminó el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo (1994-2000) éste había dejado una deuda de un billón de pesos.
Posteriormente, los exmandatarios panistas Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012) quintuplicaron esa cifra, es decir, en 12 años México terminó debiendo cinco billones.
Finalmente, explica el economista, Enrique Peña Nieto, en sus seis años de gobierno, duplicó esta cifra y la dejó en 11 billones.
Es por esa razón que actualmente el Gobierno de México paga más de dos mil millones de pesos diarios sólo de intereses.
Debido a ello el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá prácticamente sólo cinco años de ingresos repartidos entre los seis que dure su administración.
A pesar de ello, las bancas nacional e internacional, «por conducto de sus analistas y comentaristas financieros», siguen presionando al presidente para que contrate más deuda todavía.
Precisamente AMLO, en su segundo informe de gobierno, señaló que no tuvo que contratar más deuda para enfrentar la crisis económica por covid-19 gracias a la recaudación fiscal, las medidas de austeridad en su gobierno y el constante combate a la corrupción que distingue a su administración.
El presidente se ha mostrado firme en su decisión de no contratar más deuda y apoyar a la ciudadanía a través de programas sociales para que de esta forma no caiga el consumo.
Con información de Regeneración.