De @j_Chapingo
La jornada por el cambio de nuestra nación pareciera ser demasiado lenta, como que no ha querido la cosa avanzar del todo plácidamente. Algunos ingenuos consideraron que el cambio sucedería mágicamente el primer minuto de aquel mítico primero de diciembre de 2018. Para otros, las ansias con las que se esperó ver colocado en la Presidencia de la República a “uno de los nuestros”, los llevó a pensar que la tarea única era “hacernos” de tan importante cargo público.
Se pensó, en los haberes comunes, que obteniendo la silla presidencial todo se movería en torno a los principios de la autollamada “Cuarta Transformación”.
Las posiciones anteriores muestran, básicamente, limitaciones intelectuales interpretativas de la política popular. Pero en resumen: no basta obtener la presidencia, para revertir el deterioro de nuestra nación.
Uno de los principios del “cambio verdadero” es el combate a la corrupción y éste deberá ser “como se barren las escaleras; es decir, de arriba para abajo”. Sobresaliente es, como piedra angular, la declaración sobre la erradicación de la corrupción, pues ésta engloba sin fin de actividades donde se involucra la dedicación de múltiples ámbitos. Área por área, se logran encontrar actos de corrupción que se reflejan en el detrimento de la calidad de vida de los sectores de la población; así mismo la pobreza, la educación, la salud, la mal nutrición, las aduanas, la recaudación de impuestos, la comunicación, las energías, las concesiones, la seguridad pública, el transporte, la verificación vehicular, el salario, etc. Es más sencillo (aunque ni tanto), identificar las áreas de la vida pública donde no se existieran actos de corrupción. Esta jornada representará el sello característico de la administración de nuestro Señor Presidente, Lic. Andrés Manuel López Obrador.
Las escaleras de hasta arriba resultaron ser demasiado grandes y demasiado anchas. Como si se tratara del desmantelamiento de una banda de delincuencia organizada (¡y no cualquier banda!) este gobierno realiza hallazgos y más hallazgos en cualquier parte donde apenas se acerca a revisar. Escándalos diversos que van desde los más impactantes, hasta los de menor envergadura, sin dejar de ser importantes. Se podría crear una lista de cada uno de los eventos de corrupción más emblemáticos que hasta hoy se identifican, pero sería redundar en lo ya conocido.
Esta primera etapa de la transformación de la vida pública de la nación ha tardado “un poco más de lo esperado”, porque se está tratando de hacer a profundidad.
En ella sonarán más nombres de personalidades famosas, marcas, industrias, funcionarios o exfuncionarios, etc.; pero no debemos pasar por alto que se trata exclusivamente de la limpieza del primer escalón, el de hasta arriba; en esa misma dinámica continuará hacia abajo.
En el segundo o tercer escalón (hacia abajo) se encontrarán personalidades de “mediano pelo”, quizá a algunos de los cómplices o prestanombres de los primeros; demás de personas que de alguna manera se vieron beneficiados -ventajosamente sobre la población de a pie- por aquellos del primer escalón.
En ellos tal vez encontraremos a algunos personajes que se encuentran protestando, actualmente, contra el Presidente. Se manifiestan en contra por haber perdido el cobijo de la impunidad, el compadrazgo, de los favores personales y el “no pasa nada”.
La limpieza continuará hasta alcanzarnos a todos, sin olvidar que necesariamente deberá pasar por saneamiento de los sindicatos, de los organismos “autónomos”, los gobiernos estatales, municipales y locales, a las juntas de padres de familia, a las clínicas de salud rurales, ¡a todos! ¡a todos! El cuestionamiento no es si nos llegará a barrer esta jornada o nos pasará por un lado, el cuestionamiento más sapiente es: ¿cuándo deberemos dar cuentas?
Esta transformación ya nada ni nadie la detiene, es increíble el respaldo que el Pueblo le otorga día a día al Presidente, y no es un respaldo ligero, es un respaldo responsable, con la intención de participar en el ejercicio justo de limpiar de corrupción a México, incluso a costa de salir señalado.