Redacción
Rachel Henry, una mujer de 22 años, residente de Phoenix, Estados Unidos, acusada de asesinado en primer grado en contra de sus tres hijos menores de edad, confesó el filicidio ante las autoridades locales y reveló que estaba cantándoles una canción mientras morían.
De acuerdo con las palabras de la acusada, cuya sentencia está aún por definirse, Zane Henry, de 3 años, Mireya Henry, de 2 años, y Catalaya Rios, de 7 meses, habrían muertos asfixiados en manos de su madre que, tras confirmar que no respiraban, los colocó uno a uno en la cama como si estuvieran durmiendo.
El Departamento de Policía informó que localizaron los cuerpos tras una llamada de auxilio desde el domicilio que los niños habitaban junto a su madre, su padre y otro familiar de identidad desconocida. Sin embargo, hasta el momento no se ha revelado quién hizo la llamada o cuál fue la emergencia reportada.
Al llegar al lugar, las autoridades encontraron a las dos niñas y el niño sin signos vitales y procedieron a la detención de Henry quien tenía antecedentes por adicción a la metanfetamina y violencia familiar.
Rachel Henry makes her initial appearance at the Fourth Avenue Jail in Phoenix. Henry is accused of smothering her three children to death. pic.twitter.com/FReEkIqpqq
— azcentral (@azcentral) January 23, 2020
Las primeras investigaciones arrojaron que, en 2018, Zane y Mireya estuvieron bajo custodia del Departamento de Servicios Humanos debido a que el entorno familiar en el que vivían fue considerado inseguro con signos de violencia doméstica y abuso de sustancias por parte del padre y la madre.
Medios locales informan que Rachel perdió a su madre en 2018 y a raíz de ello comenzó a tener problemas con las drogas; tras recuperar a sus hijos, ella y su pareja se habrían mudado a Arizona. Al ser cuestionada sobre sus actos, la mujer no dio ninguna explicación al crimen.
Aún no se sabe si los otros adultos presentes en la casa donde ocurrieron los asesinatos serán investigados.
Con información SDP Noticias.