Areli Mendoza Argüello, de 36 años de edad, fue asesinada con un cuchillo de cocina la madrugada del 15 de septiembre pasado dentro de su departamento en la colonia Álamos, en la Alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México. Miguel Ángel “N”, su esposo, y Luis “N”, su cuñado, son los principales sospechosos y se encuentran prófugos de la justicia.
Rosalba Argüello y el ex jugador de fútbol del equipo América, Alvin Mendoza, madre y hermano de la víctima, clamaron por justicia y demandaron a las autoridades la inmediata ubicación, así como detención de los presuntos responsables.
“Yo exijo justicia, no venganza, la verdad la venganza no es mi pensar. Quiero justicia para mi hija, que se esclarezca la verdad y se llegue hasta las últimas consecuencias. Ella no se lo merecía, tenía una vida por delante, le arrebataron sus sueños, sus ilusiones, dejaron a sus hijos sin su mamá”, dijo.
¿QUIÉN ERA ARELI?
Areli tenía 36 años de edad. Llevaba al menos 13 años de vivir con su pareja Miguel, padre de sus hijos. El hombre se encuentra prófugo de la justicia, pues sobre él y su hermano Luis recaen las sospechas del crimen.
“Él dijo que ella se había hecho las heridas, pero no tiene lógica, además, si no hizo nada, ¿para qué huye?”, cuestionó Rosalba Una de las heridas fue por la es no tenía lógica, platicó Rosalba, la madre de la joven, en entrevista con SinEmbargo.
Una joven alegre, carismática y dedicada a su familia, es como describen a Areli. Sus hijos niños estaban muy apegados a ella.
“Mi hija es una persona muy linda muy alegre, siempre con una sonrisa en la cara. Sus ojos son muy expresivos. Es muy buena madre, esposa. Ama de casa. Areli es una persona muy amada por toda la familia, y la verdad que a todos nos ha devastado esta situación, no lo podemos creer, todos estamos en shock”, narró la entrevistada.
Rosalba agregó que los hijos de la víctima sí están afectados por el asesinato de su madre “la niña más grande se aísla, cuando voy a verla está llorando”, narra la mamá.
EL ATAQUE
Areli fue atacada la madrugada del domingo 15 de septiembre. La noche previa ella estaba en una reunión con su esposo Miguel, Luis, su cuñado –hermano de Miguel– y un amigo de ellos.
La joven y su familia vivían en el mismo edificio donde vive Rosalba, su madre. La chica residía en un departamento número 7 y su madre en uno ubicado unos pisos más abajo que el de ella.
Rosalba platicó que esa madrugada, cerca de las cuatro de la mañana, ella tuvo que salir a la central de abastos. La madre recordó que ella, al salir de su casa, escuchó que la reunión que había en casa de su hija seguía.
“Cuando yo salgo escuché todavía voces que estaban ahí, pensé que seguían en la reunión y me salí a la central de abastos; pero jamás me imaginé lo que pasaría. Jamás piensas que pueda pasar algo; ella estaba en familia, en su casa, con gente conocida”, comentó la madre.
Un par de horas después, Rosalba seguía en la central de abastos cuando recibió la llamada de una de sus vecinas. “Se me hizo raro”, comentó.
Cuando la madre contestó la llamada, una vecina le notificó que tenía “algo” había pasado en su casa y tenía que regresar; después puso en el teléfono a una oficial quien, sin contestar a las preguntas de Rosalba de qué ocurrió, le pidió insistentemente que “tenía que regresar a casa de su hija”.
Después de recibir llamada, Rosalba trató de localizar a su hijo Alvin para pedirle que también acudiera a la vivienda.
Un conocido llevó a la madre hasta el departamento de Areli. “Cuando llegué, mi hijo todavía no llegaba, subí al departamento y veo vi el sillón manchado de sangre. Sangre en el piso. Estaba acordonado y había policías. Pregunté ‘¿Dónde está mi hija?’ y una oficial me dijo que me esperara, que no podía entrar, pero yo ya me había metido”, narró.
Rosalba recuerda que una oficial trató de controlarla y detenerla y sacarla de la escena del crimen.
–No me toques por favor– le refutó Rosalba a la policía.
Una vecina la tomó fuerte de los brazos.
–Mira Rosalba, Areli ya falleció– le notificó.
Rosalba platicó que en ese momento el mundo se le derrumbó. Pocos minutos después llegó Alvin, hermano de la víctima, a quién también le avisaron de inmediato.
Posteriormente los familiares acudieron a la clínica donde Areli fue trasladada. Ahí un doctor les indicó a los parientes que ella había llegado a la clínica en grave estado de salud y que “no se pudo hacer nada”.
La joven recibió al menos ocho heridas realizadas con un cuchillo cebollero, dos de ellas en la espalda, posiblemente una perforó el pulmón, le notificaron a Rosalba.
Con información de Sin Embargo.