Con la advertencia que de no cambiar las condiciones de vida en el “Triángulo Norte” de Centroamércia, Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, anunció que se espera la llegada de una contingente conformado por unos 20 mil migrantes provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua.
El gobierno de México anunció que solo permitirá que la caravana madre avance sólo hasta el Istmo de Tehuantepec, donde ubicará instalaciones migratorias y desplegará elementos de la Policía Federal, sin que esto signifique una militarización de la frontera.
Además, la secretaria alertó que la presencia de contingentes de miles de migrantes pronto se convertirá en algo normal y que el número de personas que vengan de los países centroamericanos puede llegar a los 700 mil cada año.
A este nuevo modelo de migración en masa se unen los ciudadanos nicaragüenses, pues los recientes acontecimientos políticos (por el reclamo de la salida de Daniel Ortega del poder) en Nicaragua ha propiciado la salida de cientos de personas del país.
En cuanto a las cifras de deportados de Estados Unidos, en febrero el número alcanzó los 76 mil y se prevé que en marzo esta cifra llegue a las 90 mil personas expulsadas hacia México.
Con información de Regeneración.