Vecinos de la Colonia Arcos Vallarta reprochan la actitud del Ayuntamiento de Guadalajara al favorecer descaradamente a empresas constructoras e inmobiliarias así como la proliferación de permisos para giros comerciales, lo que colapsado la tranquilidad de la zona.
Lo que antes era una colonia habitacional, ahora se ha convertido en un caos urbano al cambiar arbitrariamente los planes parciales y que prácticamente los bares, el ruido y la delincuencia han tomado como rehén a los vecinos, que en algunos casos, los han empujado a salirse de su área.
Además, están molestos por la actitud del entonces jefe de la policía de Guadalajara, Salvador Caro, de “justificar” la falta de vigilancia y patrullaje en la zona a que “no tienen suficientes elementos”, razón por la cual la delincuencia prácticamente se ha apoderado de sus calles.
Con información de Milenio