La hoy oposición al gobierno siempre ha abusado de la ignorancia de sus seguidores, quienes no se han dado cuenta que solo son el objeto para que ellos puedan lograr sus perversos fines.
Sus seguidores no entienden que el debate, la crítica, la confrontación de argumentos, sin insultos y agresiones, enriquecen a quienes participamos de ellas.
Pero esos políticos especialmente del PRI-PANISMO y quienes ahora se quieren cambiar de piel a un llamado México Libre, se han encargado de sembrar en el chip cerebral de sus pocos seguidores, que debemos dejar de hablar del pasado. Esto sonaría interesante si no estuviera encaminado en borrar el pasado de ellos.
Es como si quisieran prohibir clases de historia; como si quisieran decir que la historia no sirve, que no es necesaria, lo que importa es el futuro y nada más.
Dicen que hablar de los errores pasados está muy mal y hasta insultan a los que hablamos de la historia reciente. Esto es como si nos quisieran decir: “no recuerdes nuestros crímenes y corruptelas, piensa en el futuro, ahora ya somos buenos”
Es triste que esos pocos mexicanos se dejen seguir manipulando y quieran censurar con ofensas a quienes dan testimonio del pasado para que sirva evitar los errores del futuro.
¿Que es el testimonio?
Es la declaración que hace una persona para asegurar de un hecho por haber sido testigo de él
Nuestro pasado esconde un sin numero de aprendizajes que no solemos ver y que diariamente dilapidamos sin darnos cuenta del daño que nos estamos ocasionando, ya que si reconociéramos la riqueza de nuestras experiencias, lo más probable es que podríamos tener nuevas visiones de mundo en las que podemos forjarnos un futuro mejor.
Los hechos no suceden porque sí, para que pudieran materializarse tuvieron que unirse un sin numero de circunstancias que les activaron y les hicieron poner en marcha.
¿Te has preguntado el por qué de vez en cuando tropezamos con las mismas piedras? Pues bien, una gran respuesta la podemos encontrar en nuestro pasado y en la apropiación de los acontecimientos que realizamos.
En este punto tenemos dos opciones: una primera que se inclina a acabar con cada recuerdo como si no hubiésemos vivido nada y una segunda que intenta salirse de la situación y observarla para aprender de ello y no volverse a tropezar con las mismas piedras.
La oposición se encuentra extraviada y parte del extravío es que no saben comunicar lo que ellos representan, lo que ellos proponen y lo que ofrecen como alternativa.
Pero en lugar de eso, solo saben oponerse a todo lo que hace AMLO sea bueno o sea malo y poner el reflector en sus errores, para que la gente se dé cuenta de que “fue un error votar por Obrador”. Ellos no proponen, no se suman; solo dividen
La oposición en México quiere competir apostando al fracaso de quien está en el poder. Ser oposición beligerante y estridente en lugar de proponer y sumar.
La oposición está extraviada buscando enemigos en la sociedad, en lugar de buscar personas para conquistarlas con argumentos y sumándose a un proyecto de transformación. Nada que no acompañe una transformación, tendrá éxito por ahora.
Necesitan persuadir, pero no presentando datos y noticias falsos, no con memes comparándose con el poderoso actual; no con apodos y hashtags porque su golpe no duele, son raquíticos ante un musculoso.
La persuasión exige un emisor del mensaje confiable para la audiencia. No se enfocan en encontrar la forma y la técnica de cómo es que los discursos de AMLO, establecen la comunicación entre el orador y la gente.
No entienden que la audiencia tiene que darles permiso para hablar y es ahí donde no empatan, porque a esa audiencia se siente ofendida con su retórica.
Si la audiencia percibe que el orador no tiene credibilidad, el ciclo de la comunicación se cierra y los argumentos caerán en terreno estéril. Y eso es lo que le está pasando a la oposición.
Desde el aplastamiento de 2018, el PRI-PAN perdió el rumbo y la comunicación. La gente no le ha devuelto el permiso para hablar, y por eso no importa qué narrativa, discurso o propuesta le pongan enfrente al ciudadano, éste todavía no quiere escucharlos.
Es fácil darse cuenta que sus argumentos no empatan con las mayorías, no se han dado cuenta que sus pocos seguidores están ahuyentando a quienes podrían sumarse; la ignorancia de sus seguidores y sus insultos, estan logrando la extinción de ellos mismos.
Si no cambian la estrategia, los resultados de 2021 serán más catastróficos que los de 2018.
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Dicen que hablar de los errores pasados está muy mal y hasta insultan a los que hablamos de la historia reciente. Esto es como si nos quisieran decir: “no recuerdes nuestros crímenes y corruptelas, piensa en el futuro, ahora ya somos buenos”
Es triste que esos pocos mexicanos se dejen seguir manipulando y quieran censurar con ofensas a quienes dan testimonio del pasado para que sirva evitar los errores del futuro.
¿Que es el testimonio?
Es la declaración que hace una persona para asegurar de un hecho por haber sido testigo de él
Nuestro pasado esconde un sin numero de aprendizajes que no solemos ver y que diariamente dilapidamos sin darnos cuenta del daño que nos estamos ocasionando, ya que si reconociéramos la riqueza de nuestras experiencias, lo más probable es que podríamos tener nuevas visiones de mundo en las que podemos forjarnos un futuro mejor.
Los hechos no suceden porque sí, para que pudieran materializarse tuvieron que unirse un sin numero de circunstancias que les activaron y les hicieron poner en marcha.
¿Te has preguntado el por qué de vez en cuando tropezamos con las mismas piedras? Pues bien, una gran respuesta la podemos encontrar en nuestro pasado y en la apropiación de los acontecimientos que realizamos.
En este punto tenemos dos opciones: una primera que se inclina a acabar con cada recuerdo como si no hubiésemos vivido nada y una segunda que intenta salirse de la situación y observarla para aprender de ello y no volverse a tropezar con las mismas piedras.
La oposición se encuentra extraviada y parte del extravío es que no saben comunicar lo que ellos representan, lo que ellos proponen y lo que ofrecen como alternativa.
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Pero en lugar de eso, solo saben oponerse a todo lo que hace AMLO sea bueno o sea malo y poner el reflector en sus errores, para que la gente se dé cuenta de que “fue un error votar por Obrador”. Ellos no proponen, no se suman; solo dividen
La oposición en México quiere competir apostando al fracaso de quien está en el poder. Ser oposición beligerante y estridente en lugar de proponer y sumar.
La oposición está extraviada buscando enemigos en la sociedad, en lugar de buscar personas para conquistarlas con argumentos y sumándose a un proyecto de transformación. Nada que no acompañe una transformación, tendrá éxito por ahora.
Necesitan persuadir, pero no presentando datos y noticias falsos, no con memes comparándose con el poderoso actual; no con apodos y hashtags porque su golpe no duele, son raquíticos ante un musculoso.
La persuasión exige un emisor del mensaje confiable para la audiencia. No se enfocan en encontrar la forma y la técnica de cómo es que los discursos de AMLO, establecen la comunicación entre el orador y la gente.
No entienden que la audiencia tiene que darles permiso para hablar y es ahí donde no empatan, porque a esa audiencia se siente ofendida con su retórica.
Si la audiencia percibe que el orador no tiene credibilidad, el ciclo de la comunicación se cierra y los argumentos caerán en terreno estéril. Y eso es lo que le está pasando a la oposición.
Desde el aplastamiento de 2018, el PRI-PAN perdió el rumbo y la comunicación. La gente no le ha devuelto el permiso para hablar, y por eso no importa qué narrativa, discurso o propuesta le pongan enfrente al ciudadano, éste todavía no quiere escucharlos.
Es fácil darse cuenta que sus argumentos no empatan con las mayorías, no se han dado cuenta que sus pocos seguidores están ahuyentando a quienes podrían sumarse; la ignorancia de sus seguidores y sus insultos, estan logrando la extinción de ellos mismos.
Si no cambian la estrategia, los resultados de 2021 serán más catastróficos que los de 2018.
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