Al parecer son dos visiones las que predominan la recta final del proceso para renovar la titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, una instancia pública vital en la coyuntura actual del país. Por una parte avanza la perspectiva de que el nuevo dirigente deberá estar más cerca de las víctimas que de los trámites burocráticos, y, por la otra, se menciona que podría prevalecer la tradición de colocar en el puesto a un aspirante vinculado al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, lo cual garantizaría eficacia administrativa.
Así, los dos aspirantes originarios de Oaxaca, Elizabeth Lara Rodríguez y Arturo Peimbert Calvo, se perfilan como los candidatos fuertes para presidir la Comisión. Ambos estudiaron Derecho en la Universidad Autónoma Benito Juárez de aquella entidad y comparten trabajo de calle junto a migrantes y víctimas de violencia, rasgos que fueron bien vistos por los senadores durante sus respectivas comparecencias ante las comisiones unidas de Justicia y Derechos Humanos.
A favor de Lara ha cabildeado el padre Alejandro Solalinde, quien incluso la presentó con AMLO, mientras que Peimbert fue mediador de conflictos sociales con el pintor Francisco Toledo. Agrupaciones regionales y otras vinculadas al polo progresista de la iglesia católica han mostrado su respaldo a estos aspirantes.
Sin embargo, Peimbert Calvo parece tener un proyecto mucho más cercano a las pretenciones del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de acercar la comisión a las víctimas de todas las entidades del país a través de una especie de descentralización que pudiera tener mayor capacidad de atención.
En su experiencia como presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), ha presumido su trabajo en el enfrentamiento entre la Policía Federal y un grupo de maestros, donde se llevó a juicio a más de 20 funcionarios que no cumplieron con las recomendaciones.
Ante su supuesta cercanía con el presidente, Peimbert Calvo ha asegurado que no lo conoce, que no ha tenido relación con él, lo que de alguna forma garantizaría su autonomía. En entrevista con El Universal, Peimbert aseguró que “no es necesario ningún tipo de cambio en la ley, sólo voluntad. La CNDH debe desplegar su acción en todas las entidades acercado su servicio a las víctimas. También es importante hacer más breve el proceso de atención a quejas y hacerlas más entendibles para las víctimas. Otro temas es mejorar la interlocución y relación con el gobierno”.
Con información de Noticias ZMG.
Por si te la perdiste, te invito a ver mi comparecencia en el @senadomexicano, como parte del proceso de selección para titular de la @CNDH. https://t.co/o87qDRJLg1
— Arturo Peimbert (@PeimbertArturo) October 25, 2019