Enrique Alfaro, es un político que no tiene memoria. Vive el día a día con la única intención de sacar beneficios inmediatos, pero no tiene una visión de futuro y una estrategia de gobierno que resuelva los problemas de los jaliscienses.

 A lo largo de su trayectoria ha traicionado a todos sus aliados, ha traicionado sus propios acuerdos y principios y por supuesto, a los ciudadanos que se dejaron engañar y que, en su momento votaron por él.

 El video que se muestra a continuación está circulando en redes sociales y deja ver, de forma muy clara, las incongruencias del gobernador de Jalisco. En él se muestra a Enrique Alfaro candidato defendiendo con “pantalones” y mucha energía a las poblaciones de Temacapulín, Palmarejo y Acasico y oponiéndose a la construcción de la presa El Zapotillo.

Sin embargo, el 29 de junio, Alfaro y el gobernador de Guanajuato, firmaron un “acuerdo” en el que se comprometían a distribuir el agua entre ambos estados. Los grupos de activistas, algunos académicos y periodistas ven en este “acuerdo” una traición a las comunidades que desaparecerán, a la región de Los Altos y a todas las familias de Jalisco pues a la fecha, Jalisco no tiene asegurada ninguna cuota, asignación o título para el aprovechamiento del agua que almacene la presa El Zapotillo; mucho menos Guadalajara o la región de Los Altos.

Sin embargo, desde enero de 2015 la CONAGUA asignó al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SIAPAL) la extracción, uso y aprovechamiento de aguas nacionales en el municipio de Cañadas de Obregón, Jalisco, por un volumen de 119’837.000.00 m3 anuales.