Sí hay tiro, pero dentro de Morena

OPINIÓN

Sí hay tiro, pero dentro de Morena

Sí hay tiro, pero dentro de MorenaZMG /Jueves, 9 de junio del 2022



Por: Juan Luis H. González 

Como decía Pedro El Mago Septién al cerrar sus narraciones de los juegos de beisbol: al final solo queda la frialdad de los números. Y sí, los números suelen ser duros y más cuando se trata de una contienda electoral: el número de votos separa de forma abrupta a quienes van a gobernar de los que se van a su casa.

El pasado domingo el lopezobradorismo se llevó la victoria en cuatro de los seis estados en disputa, arrebatándole Tamaulipas al PAN, Quintana Roo al PRD y Oaxaca e Hidalgo al PRI, que fue, por mucho, el partido que más perdió en la jornada electoral. Digo lopezobradorismo porque es claro que el presidente de la República sigue siendo el cemento que une las piezas de la maquinaria electoral morenista en todo el país, más allá de las alianzas locales, la mucha o poca operación en cada estado y el perfil de sus candidatas y candidatos.

En 2018 Morena –la cara institucional de este movimiento– no disponía de ningún gobierno estatal, pero a partir de este 2022 gobernará en 22 y administrará cerca de 60 por ciento del presupuesto total que ejercen en su conjunto todas las entidades de México. Una ventaja considerable de cara a 2024.

En cuatro años la ola guinda le ha quitado 21 gubernaturas a PAN, PRI y PRD. Sin embargo, contrario a lo que podría parecer, Morena como partido está lejos de alcanzar su madurez institucional. Es una organización débil, sin reglas claras, con liderazgos que gozan de poca legitimidad, reducida capacidad de articulación frente a una militancia impredecible e intempestiva. Su modelo y estructura –más de movimiento que de partido– no tiene nada que ver con la férrea disciplina del PRI de la época del partido único, sin embargo, Morena tiene de su lado un factor determinante y un poderoso catalizador: López Obrador.

Bastó con escuchar las arengas y los discursos de la y los candidatos morenistas que recién ganaron en Oaxaca, Hidalgo, Tamaulipas y Quintana Roo para comprobar que mimetizar o supeditar de forma definitiva el discurso político a la figura del presidente aún genera grandes réditos electorales en muchas regiones del país. Después de un 2021 un poco más disputado, parecía que 2022 sería un mejor escenario para la alianza opositora, pero los números no dejan mentir, no hay tiro.




Morena sigue ganando elecciones porque, contrario a lo que afirman algunos, AMLO está presente en el imaginario político y, por lo tanto, en la boleta. Y lo hará en 2024, al parecer.

Morena sigue ganando elecciones porque el encono de la oposición no se ha traducido en un proyecto político serio que llame la atención de la gente. Además, las y los electores de este país pueden tener –y las tienen– serias dudas de lo que representa el actual gobierno federal y el presidente, pero les resulta mucho más claro que su única alternativa es volver al PAN o al PRI y ahí, en esa disyuntiva, es donde ha ganado la 4T.

Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano han vivido una semana de pesadilla, su grito de batalla, “hay tiro”, se ha vuelto contra ellos y los ha exhibido en su incapacidad para repensarse y reinventarse frente a un escenario como el que enfrentan y que los ha llevado a exigir a MC –en un grito desesperado– que se sume a la alianza a como dé lugar.

Así las cosas, la jornada electoral del pasado domingo dejó clara una cosa: en este momento Morena no tiene rival para 2024, y si hubiera “tiro” sería dentro de Morena, al momento de definir a su candidata o candidato a la elección presidencial.

Con información de NTR Guadalajara. 

juanluishgonzalez@gmail.com