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El virus del Nipah ¿Puede causar la próxima pandemia?

El virus del Nipah ¿Puede causar la próxima pandemia?ZMG /Lunes, 22 de marzo del 2021



Este virus se encuentra de manera endémica en murciélagos de Asia y tiene potencial para generar una próxima pandemia. Este virus fue detectado en 1998. 

Varios grupos de científicos del mundo se encuentran en la búsqueda anticipada del próximo virus que podría causar la nueva pandemia para comenzar a tomar medidas al respecto, de entre la lista de estos posibles virus se encuentra el virus Nipah. 

El virus tiene alto potencial de afectar de manera grave a al cerebro humano además de tener un alto índice de mortalidad. La comunidad científica internacional insiste en seguir con especial atención al virus Nipah.

De acuerdo a Organización Mundial de la Salud, la infección por virus Nipah causa cuadros de infección grave tanto en animales como en humanos y el huésped de este virus es el murciélago de la familia Pteropodidae, género Pteropus.

El virus Nipah (VNi) recibe su nombre del lugar donde se detectó por primera vez declarado en Kampung Sungai Nipah, Malasia, en 1998. En Bangladesh, en 2004, las personas afectadas contrajeron la infección tras consumir savia de palma datilera contaminada por murciélagos fruteros infectados. También se ha documentado la transmisión entre personas, incluso en un entorno hospitalario en la India.   

El periodo de incubación del virus es de 4 a 20 días sin que se hayan encontrado síntomas determinados específicos. Sólo se han relacionado los siguientes:  

El virus Nipah puede causar síntomas parecidos a los de una gripe y se puede manifestar con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, vómitos e irritación de la garganta. Estos síntomas tan generales no son específicos ni típicos de la infección por el virus Nipah, por lo que no sirven para sospechar de forma específica que el paciente esté afectado por dicho virus al menos fuera de un contexto de brote activo.

También, los casos más graves pueden presentar sensaciones de vértigo y desorientación, dificultades para respirar, convulsiones y coma. 

Actualmente no existe cura para este virus ni vacuna que proteja al cuerpo de ser infectado. Además de esto, puede que el paciente ni siquiera presente síntomas. Incluso después de meses de recuperación, se han documentado recaídas y secuelas neurológicas en cerca del 20 % de los supervivientes.

Se ha encontrado también que las personas que tienen otras enfermedades subyacentes como diabetes e hipertensión son más susceptibles a una enfermedad más grave.  

El último brote de la enfermedad se registró en mayo de 2018 y se informó en el estado de Kerala en India, que ha ocasionado 10 muertes, en 9 de estos 10 casos la presencia del virus fue confirmada; dentro de las personas muertas se encuentra una enfermera que formaba parte del equipo de profesionales que estaba tratando a las personas afectadas por el virus.




Coronavirus: origen, evolución y por qué no es igual que el SARS:

El nuevo coronavirus Covid-19 tuvo su origen en la ciudad de Wuhan, en China. A mediados del mes de diciembre de 2019, las autoridades sanitarias de Wuhan detectaron una serie de casos de neumonía producida por una causa desconocida.

En ese momento se originó una alarma sobre una nueva enfermedad desconocida hasta el momento. Tres meses después se han producido más de 150.000 casos y cerca de 6.000 muertos en todo el mundo, según los datos del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).

Una primera investigación posterior sobre el origen de esta enfermedad, publicada en la revista The Lancet, determinó que se trataba de un nuevo tipo de virus, de la familia Coronavidae, emparentado con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) y con el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) pero que no es igual a ninguno de ellos. Para averiguarlo estudiaron 10 muestras genéticas tomadas de pacientes procedentes de Wuhan que incluía ocho genomas completos y dos genomas parciales.

Los coronavirus son una serie de virus llamados así por su forma, ya que tienen una especie de corona (como la de un reloj) alrededor del virión, del núcleo del virus. Estos organismos conviven con el ser humano desde siempre, y hay muchos tipos de ellos, tanto animales como humanos.

Sin embargo, el primer análisis comparativo de esta nueva enfermedad determinó que el 2019-nCov (nombre provisional del virus que finalmente fue denominado SARS-CoV-2), era suficientemente distinto de los otros dos betacoronavirus de gravedad detectados en humanos, el SARS y el MERS, para ser considerado como una nueva enfermedad: el Covid-19.

El 2019-nCoV estaba estrechamente relacionado (con una identidad del 88 por ciento) con dos coronavirus similares al síndrome respiratorio agudo severo derivado del murciélago (SARS), bat-SL-CoVZC45 y bat-SL-CoVZXC21, recolectados en 2018 en Zhoushan, este de China , pero estaban más distantes de SARS-CoV (aproximadamente 79 por ciento) y MERS-CoV (aproximadamente 50 por ciento).

El análisis filogenético de estos genomas de 2019-nCoV y de otros coronavirus se utilizó para determinar la historia evolutiva del virus y ayudar a inferir su probable origen. Se realizó un modelado de homología para explorar las probables propiedades de unión al receptor del virus, explican los investigadores en el artículo publicado en The Lancet.

El punto común de los primeros casos de nuevo coronavirus fue el mercado de la ciudad china de Wuhan, en la provincia de Hubei: ese fue el epicentro de la crisis sanitaria declarada a nivel mundial. El mercado de Wuhan se trata de un mercado de animales. De ahí la importancia de averiguar desde qué animal dio el salto el coronavirus para infectar a los humanos.

Aunque nuestro análisis filogenético sugiere que los murciélagos podrían ser el huésped original de este virus, un animal vendido en el mercado de mariscos en Wuhan podría representar un huésped intermedio que facilita la aparición del virus en humanos, explican los investigadores. No obstante, también se ha barajado la posibilidad de que fuera el pangolín el huésped intermedio que facilitó la mutación del coronavirus.

No obstante, las secuencias genéticas de las muestras estudiadas fueron casi idénticas puesto que compartieron más del 99,98 por ciento de la misma secuencia, lo que indica, según los investigadores una aparición muy reciente del virus en humanos, que apenas ha tenido tiempo de mutar. La evolución futura, la adaptación y la propagación del coronavirus justifican una investigación urgente, señalan.

Con información de Debate.