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Fernández Noroña se lanza contra Aguilar Camín por cheques que Salinas le habría dado como pago

Fernández Noroña se lanza contra Aguilar Camín por cheques que Salinas le habría dado como pagoZMG /Miércoles, 17 de marzo del 2021



Aguilar Camín, ya que en redes sociales no ha dejado de ser tundido por propios y extraños, luego de la investigación por parte de Contralínea en donde se le acusa de presuntamente recibir recurso federal.

Directito a la yugular, así se lanzó el senador del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, contra el director de la revista Nexos, Héctor Aguilar Camín, luego de darse a conocer, presuntos cheques que el escritor e historiador recibió de la partida secreta durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

Y es que el martes, en investigación de Contralínea, se revelaron presuntos cheques que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari habría pagado al escritor e historiador Héctor Aguilar Camín, como parte de la ahora extinta partida secreta.

En su columna denominada La partida secreta que robó Salinas de Gortari, Miguel Badillo, hace un recuento de cómo, presuntamente el exmandatario nacional del PRI, hizo uso de este recurso.

Indicó que entre los beneficiarios de cheques se encontró el escritor e historiador cuyas copias de cheques entregados, así como contratos firmados y mensajes enviados por este intelectual al entonces presidente priista aún conservo y hoy publico algunos de ellos, escribió el columnista. Indicó que se trató de la suma de 3 mil 424 millones 450 mil 200 pesos de aquella época, antes de que le quitaran los tres ceros a la moneda mexicana y con las respectivas devaluaciones correspondientes a unos 30 años.



La “Partida Secreta” que se robó Salinas de Gortari:

El Senado de la República tardó dos años en aprobar la eliminación de la llamada “Partida Secreta”, esto a petición del presidente Andrés Manuel López Obrador, en donde dicho gasto no era otra cosa más que el mandatario en turno (priístas y panistas) podía disponer de dinero público del presupuesto a su antojo y conveniencia, así como distribuirlo entre sus subalternos más leales, regalarlo a sus familiares y amigos, pagar favores a empresarios, comprar conciencias de políticos, sobornar a dueños de medios de comunicación y premiar a intelectuales y columnistas bien portados con el régimen.

Finalmente, los senadores reformaron el artículo 74 de la Constitución, en el cual establecieron que “no habrá partidas secretas en el Presupuesto de Egresos de la Federación”, con lo cual se avanza en la lucha en contra de la corrupción y se evita que próximos presidentes de la República vuelvan a utilizar esa figura legal para continuar con el dispendio discrecional del dinero público, tal como hicieron los últimos cinco mandatarios: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.

En esta columna se ha documentado ampliamente el uso de esa “Partida Secreta” utilizada por la Presidencia de la República como una “caja chica”, y el caso más concreto de ese abuso de poder lo ejemplifica Carlos Salinas de Gortari, quien durante su sexenio (1988-1994) disponía mensualmente del equivalente de 200 millones de dólares (4 mil millones de pesos al tipo de cambio actual) para repartirlos entre sus hermanos –Raúl principalmente– y sus amigos, compadres, burócratas, empresarios, legisladores, escritores, periodistas, dueños de periódicos y concesionarios de radio y televisión.

En aquel sexenio, esa “Partida Secreta” la manejaban por instrucciones de Salinas de Gortari el administrador de la Presidencia, Octavio Sentíes Hoyos; el secretario particular del presidente, Justo Ceja, y los hermanos Francisco y Araceli Vázquez Alanís, ambos funcionarios de la Presidencia y a quienes se encomendó abrir la cuenta bancaria número 6300-0-005 en Banco Mexicano Somex, de donde Salinas de Gortari disponía mensualmente de 652 millones 30 mil 799.49 pesos (que al tipo de cambio de ese año equivalían a 200 millones de dólares) para distribuirlos a su antojo y sin rendir cuentas ni ser auditada por nadie.

Una vieja copia que aún guardo en mis archivos de un estado de la cuenta 6300-0-005, correspondiente a noviembre de 1994, confirma que en el último mes del gobierno de Carlos Salinas se realizaron 41 movimientos bancarios por un total de 652 millones 38 mil 799.49 pesos.

De acuerdo con funcionarios que trabajaron en la Presidencia que despachaba en aquellos años en la residencia oficial de Los Pinos, el director de Finanzas era Francisco Vázquez Alanís y su hermana Araceli era secretaria particular del director general de Administración de la Presidencia, el contador público Ernesto Sentíes Hoyos.

Uno de los cheques expedidos de esa cuenta bancaria millonaria, el número 183, era por un monto de 98 millones 811 mil 689 pesos, con fecha del 3 de noviembre de 1994; otro cheque, el número 171 y de fecha 4 de noviembre, por un monto de 95 millones 847 mil 505 pesos; el cheque número 26537000, con fecha del 7 de noviembre, por 57 millones 58 mil pesos, y el cheque número 163, por 37 millones 94 mil 547 pesos. El cheque 170, por 31 millones 620 mil 518 pesos; el cheque 165, por 25 millones 399 mil pesos, y el cheque 177, por 22 millones 737 mil 260 pesos, entre otros.

De acuerdo con el estado de cuenta bancario correspondiente al mes de noviembre, la dirección que dieron a Banco Mexicano los hermanos Vázquez Alanís para recibir la documentación financiera fue la de Hacienda de la Condesa (número ilegible), colonia Prados del Rosario.

El descubrimiento de dicha cuenta bancaria secreta que sólo unos cuantos sabían de ella, ocurrió cuando en la administración de Ernesto Zedillo, quien había roto con Salinas, se ordenó a la Secretaría de Hacienda investigar al exsubprocurador Mario Ruiz Massieu por los delitos de narcotráfico y lavado de dinero, y fue una sorpresa para los auditores encontrar que uno de los cheques, el número 24537001 por 300 mil pesos, le había sido entregado a Ruiz Massieu por órdenes del presidente Salinas y correspondía a la cuenta 6300-0-005 de Banco Mexicano, pero la investigación se detuvo cuando descubrieron que la chequera se manejaba desde la residencia oficial de Los Pinos y los hermanos Vázquez Alanís servían sólo de prestanombres para el manejo de la chequera utilizada para premiar lealtades al presidente en turno. Por supuesto que después Zedillo también hizo uso de esa “Partida Secreta” que no tenía límite presupuestal.

Así, los beneficiarios con ese dinero, que según las primeras investigaciones de aquellos años habría sido desviado del presupuesto federal por instrucciones presidenciales, eran algunos secretarios de Estado, subsecretarios, procuradores, subprocuradores, directores de paraestatales y fideicomisos, empresarios salinistas y, por supuesto, la familia directa y los hermanos de Carlos Salinas de Gortari, principalmente Raúl.

El mismo Raúl Salinas confirmó que parte del dinero que depositó en cuentas bancarias de Suiza, Londres, Estados Unidos, México e Islas Caimán, se lo entregó su hermano cuando fungió como presidente de la República.

En los registros fiscales de los hermanos Vázquez Alanís aparecen así: Araceli Vázquez Alanís tiene dos RFC: VAAA510507QW8 y VAAA5105074X9, con domicilios en Camino a Porres PV Santa Anita, Jiutepec, Morelos, y en la Unidad Habitacional Barrio de Santiago, en la Reforma Iztaccíhuatl, Iztacalco.

Esta mujer de 49 años de edad aparecía como asalariada desde 1983 en el gobierno federal y sólo a partir del 13 de febrero de 1992 fue dada de alta en la Secretaría de Hacienda. Por lo que respecta a su hermano Francisco Vázquez Alanís, con el registro VAAF540803HD8, también ingresó al gobierno desde 1983.

En gobiernos posteriores, durante los mandatos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, la entonces Procuraduría General de la República abrió sendas investigaciones sobre el uso de esos fondos públicos que el entonces presidente Salinas repartía, como si se tratara de un patrimonio propio, pero ninguno de los dos mandatarios logró encarcelarlo.

El presidente que estuvo más cerca de enviar a prisión a Salinas fue su sucesor Ernesto Zedillo, quien permitió que la PGR, en ese entonces controlada por el procurador panista Antonio Lozano Gracia, integrara un expediente penal por el delito de peculado al desviar dinero público con la llamada “Partida Secreta”, pero en el Poder Judicial se consideró que esos recursos del pueblo mal empleados sí tenían origen, pero no tenían destino que estuviera explícitamente marcado dentro del presupuesto público federal, de tal manera que los mandatarios en turno podían entregarle el dinero a quien ellos quisieran, según dictaminó el Tribunal judicial, incluida a la familia, amigos y políticos. Fue con ese dictamen judicial como se cerró el proceso penal y Salinas de Gortari volvió a pasear tranquilo por Irlanda en donde aún disfruta de su mansión adquirida con dinero público.

Como comenté en otra columna, ahora es demasiado tarde para que la Fiscalía General de la República, a cargo del doctor Alejandro Gertz Manero, pueda procesar a Salinas de Gortari por el mal uso de dinero público con la “Partida Secreta”, porque se trata de un caso juzgado, además de que ya habría prescrito por tantos años que han transcurrido, pero como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo menos que el juicio social y el juicio de la historia declaren como culpable a quien primero se robó la Presidencia en las elecciones de 1988 y después abusó del presupuesto público durante los seis años de su gobierno.

Con información de El Gato Politico.