En este mundo sí hay gente mala y este es el caso de una mujer que trabajaba limpiando la casa de doña Pilar, una abuelita de 75 años, quien falleció por culpa del Covid-19. Tras la muerte de la viejita, la empleada aprovechó para incinerar el cuerpo de su jefa y quedarse con la casa de la difunta.
La empleada de nacionalidad peruana tomo decisiones sobre el cadáver de su patrona sin autorización de los hijos de esta y aprovechó el deceso, para instalarse de manera pronta en la propiedad de la fallecida, ubicada en Leganés, España.
Según información del periódico El Mundo, la policía sigue investigando el caso, y por ahora cuentan con las declaraciones de Rosa, la trabajadora doméstica y algunos representantes de la funeraria, quienes actuaron sin permiso de los familiares de doña Pilar.
Por su parte, la hija mayor de doña Pilar, Rosana, asegura que su madre no tenía problemas de salud y mucho menos de gravedad, por lo no sabe qué puedo ocasionar su muerte.
Rosana informó que la mujer de nacionalidad peruana, además de cambiar a su nombre las boletas del agua y la luz, también puso a su nombre las pólizas de vida de los seguros de doña Pilar.
He estado muy estresada y enferma desde el mes pasado:
— ?????????????????? (@autoinmxne) September 4, 2020
- Mi doctor me hizo comer gluten, no tengo ni una semana y mis síntomas han sido horribles. Mi cabeza está tan mal que me cuesta trabajo encontrar palabras para expresarme y no he parado de vomitar.
Así lo dijo: “Me gustaría saber qué pasó con mi madre esos días, yo también tuve coronavirus en esa época y estuve 30 días ingresada. cuando nos enteramos de la muerte de mi madre, ya estaba incinerada”.
“Creo que mi madre no murió de forma natural y vamos a hacer todo lo posible para que se aclare lo que pasó. tenemos indicios de que la trabajadora de mi mamá le pudo hacer algo” confesó preocupada.
Hasta el momento, sin autopsia del cuerpo no otra manera de confirmar algún homicidio, la familia confía en las autoridades para que a la brevedad, aclaren lo sucedido.
Rosa, llevaba trabajando desde febrero en casa de doña Pilar y solo estaba dos horas al día, donde no destinaba cuidados de enfermería sino solo limpieza.
Con información de Radio Fórmula.