A los opositores ya no les basta con ser meros críticos del poder: quieren el poder. Por eso ahora se asumen sin rubor como militantes opositores. Órale. Así, sí. “Por fin se han quitado la máscara”, como bien lo dijo el presidente.
Los intelectuales abajofirmantes de la convocatoria a derrotar electoralmente a Morena y con ella al presidente Andrés Manuel López Obrador. Es en realidad el papel que socialmente corresponde a todo intelectual: ser crítico del poder. Sólo que, en su mayoría, tardaron en advertirlo decenas de años. Algunos ya prácticamente en el ocaso de su vida. Así señala el senador del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en su colaboración para el Heraldo de México.
Lo tardío de su declaración pública no es cosa menor. ¿Dónde estaban durante estos más de treinta años del ejercicio de gobiernos corruptos, autoritarios y antidemocráticos? ¿Acaso al lado de Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Carlos Fuentes o Pablo González Casanova?, tan sólo por mencionar a los más emblemáticos de esos aciagos años.
Las interrogantes tienen respuesta: muchos de los abajofirmantes, estuvieron al lado de Carlos Salinas (del que más de uno obtuvo financiamiento y privilegios), Ernesto Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, los artífices de la ruina progresiva y brutal de nuestro país. Además, buen número de ellos, estuvieron alejados de la crítica a los poderes del Estado y fácticos, porque de haberla hecho, les hubiera privado de sus privilegios.
Con información de El Gato Político.