Nuevamente la fauna marina se deja ver una vez más nadando casi a orillas de las playas de Acapulco. Estos avistamientos se realizaron el fin de semana pasado en los Mogotes, frente al frente al club de playa El Terreno, un poco antes de la barra de Coyuca.

Esta vez, fue una vez más el turno de sorprendernos de las playas de Acapulco, en donde fue captado nadando a la orilla del mar un grupo de mantarrayas que se podían observar a través del agua cristalina. 

Fue el músico Jorge DAlessio el encargado de capturar las imágenes y luego compartirlas en su cuenta de Twitter, en donde el video se volvió viral, pues este tipo de rayas no son comúnmente vistas nadando en la orilla del océano. 

Algunos achacan este avistamiento a que las playas de Acapulco permanecieron cerradas para los turistas durante más de 3 meses, como medida sanitaria para evitar contagios de covid-19. Según los internautas, la falta de turistas fue la situación que permitió a estos animales marinos acercarse tanto a la playa. 

Sin embargo, algunos tuiteros señalaron que se debe tener cuidado en presencia de estos animalitos pues, de sentirse amenazados, podrían llegar a picar a los seres humanos y su veneno, podría llegar a causar un dolor extremo, por lo que se debe buscar de inmediato atención médica. Sin embargo, el autor del video aseguró que fueron cuidadosos y que el espectáculo no había dejado de ser maravilloso. 

Durante el confinamiento por la pandemia, ha habido otros espectáculos de la naturaleza que los residentes de Acapulco han sido capaces de avistar, gracias a la soledad de las playas y la limpieza, por lo mismo de estas. 

Y es que en playas de Puerto Marqués las olas se iluminaron gracias al fenómeno de la bioluminiscencia, provocada por la presencia de microorganismos en la orilla del mar. Además fueron captados delfines nadando en los mares de Acapulco y alguien pudo capturar el momento, desde su residencia, en el que una ballena saltaba fuera del mar, también cerca de la orilla de las playas de esa ciudad guerrerense. 

No cabe duda de que el confinamiento de los humanos permitió a la naturaleza readueñarse de los espacios que les habían sido arrebatados por las ola de turistas que además, se encargan de contaminar su hábitat.

Con información de Milenio.