La figura de Claudia Sheinbaum ha crecido durante estos meses de incertidumbre y se ha colocado muy por encima del resto de los gobernadores del país, si a certeza y cercanía con las y los ciudadanos nos referimos.
Parece que a Sheinbaum las crisis le han servido para ir decantando su estilo personal de gobernar y sobre todo, su visión de la vida pública: austera, seria, sencilla, efectiva, directa, sin aspavientos y gritos innecesarios. Su forma de comunicar contrasta con muchos otros actores locales y nacionales.
Claudia es serena, no pierde los estribos.
Hay políticos y gobernantes a los que los periodos de riesgos y cambios les hacen mucho daño y los obligan a mostrar lo peor que tienen, porque más allá de los manuales, tienen que lidiar primeramente con su propia personalidad. Ejemplos de esto hay de sobra en México y en todo el mundo, a propósito del covid-19 y sus efectos.
Como cada lunes, asistí a la reunión del Gabinete de Seguridad Nacional que encabeza el Presidente @lopezobrador_.
— Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) June 29, 2020
Trabajamos todas las instancias de Gobierno, por la paz, la tranquilidad y la seguridad de la Ciudad. pic.twitter.com/GKrOwKBcSt
Sin embargo, en otros casos, hay quienes enfrentan las dificultades sabiendo, desde el principio, como resolverlos, explicando sus acciones a la gente y evitando enredarse con sus propias decisiones.
Claudia Sheinbaum, contrario a muchos de sus homólogos, ha utilizado esta crisis de COVID-19 como un puente para acercarse aún más con sus gobernados y lo ha hecho a través de una fórmula: es tremendamente disciplinada, comunica con claridad, toma las decisiones que debe tomar y sin recurrir al escándalo mediático, como sí lo hacen otros, actúa con determinación y convicción.
Las y los propios capitalinos han advertido que la jefa de gobierno ha tomado como suyo el problema de la pandemia en la capital y se ha dedicado, cada hora de los últimos meses, a construir sus propias soluciones, pues nadie más que ella sabe la responsabilidad que tiene como titular del gobierno de la capital.
Como dice Juan Ignacio Zavala el día de hoy en su columna de El Universal: “Sheinbaum ha mostrado la otra cara de la actividad pública: la seriedad y la responsabilidad. En una situación en la que el miedo es parte de la incertidumbre, la actitud de la gobernante capitalina brinda certeza y tranquilidad a sus gobernados”.
De esta forma, Claudia Sheinbaum ha crecido como figura pública pero no gracias a estrategias mediáticas, sino a través de hechos, de decisiones y de una inquebrantable voluntad de gobernar el día a día con responsabilidad y personalidad propia.