Según los datos, entre los electores menores de 45 años, el rechazo al partido supera al 80 por ciento, tanto para hombres como para mujeres, y las zonas más amigables son ciudades pequeñas o pueblos de áreas rurales.

El rechazo que enfrentan está directamente relacionado con la noción de corrupción, tema que será difícil cambiar si el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador sigue abriendo carpetas de investigación contra figura vinculadas al partido.

Los especialistas consideran que cambiar esta idea en los 12 meses que anteceden al 2021 es casi imposible, e incluso se plantea la posibilidad de que el PRI no pueda conservar las gobernaturas en juego en la elección de medio término.

Además, en lo local pareciera que el plan de hacer elecciones internas para definir a los candidatos podría no ocurrir, en su lugar, éstos serían elegidos mediante negociaciones y acuerdos entre las altas cúpulas.

Para lograr cambiar la percepción del partido y posicionarlo como un partido de centro-izquierda con un fuerte anclaje en las capas intermedias, Moreno Cárdenas, habría pasado los últimos meses analizando los modelos de la Concertación chilena y del PSOE español.

Con información de Polemon.mx