En conferencia de prensa, explicó que las autoridades vieron en 2019 cómo se perturba intencionalmente el proceso de las licitaciones públicas para la compra de medicinas, ya que hubo proveedores que intentaron “este tipo de maniobras”.
Para ejemplificar la problemática, el funcionario habló de los medicamentos para el VIH, cuyo esquema de tratamiento en México está definido de acuerdo con una línea de manejo. En el caso de los adultos, tenía 38 medicamentos, y de éstos se contaban con esquemas de más de 750 combinaciones para tratar a los pacientes.
“La combinación de medicamentos nos habla del enorme desorden para el uso de tratamiento del VIH porque son no adecuados. En muchos casos encontramos uso de medicamentos antiguos, encontramos el uso del primer medicamento contra el VIH que se inventó o se descubrió al inicio de los años 80. Es un medicamento que ya está en desuso a nivel mundial y en México se seguía utilizando”, dijo.
En septiembre pasado, fuentes del Gobierno de México dijeron a SinEmbargo que la empresa farmacéutica Pisa “indujo a un desabasto de medicamentos” como los que usan niños con cáncer para “chantajear” a las autoridades sanitarias federales.
En abril de 2019 se detectó un brote de Leclercia Adecarboxylata en 15 hospitales de Guadalajara, Jalisco. Esto obligó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a cerrar siete de 17 plantas de la empresa Central de Mezcla Productos Hospitalarios SA de CV, una filial de Pisa. Para mayo, fueron 69 brotes infecciosos que empezaron en el Hospital del Niño Poblano; dos menores de edad, por desgracia, murieron por reacciones adversas a causa del metotrexato. Cofepris sometió a revisión un lote. Prisa o sus filiales están vinculada a ambos casos.
Pero la farmacéutica, dijeron las fuentes, aprovechó que controla distintos segmentos de la industria médica para ejercer presión al Gobierno federal. “Provocó un desabasto de ciertos medicamentos”, explicaron. Altos funcionarios federales interpretaron esto como que Pisa pretende doblegar a las autoridades sanitarias para que las investigaciones no la afecten.
La escasez de metotrexato, que es utilizado en el tratamiento para el cáncer, llevó a las secretarías de Hacienda y Crédito Público y a la de Salud a realizar compras directamente a un laboratorio de Francia, después de revisar que no hubiera existencia en el resto de la industria nacional.
El Presidente se refería, de acuerdo con lo explicado por las mismas fuentes, a la farmacéutica Pisa.
“La industria farmacéutica está muy enojada. Nos dijeron que estaba acostumbrada a hacer estas compras como en el pasado. No estamos en guerra con la industria, pero se le tenía que poner un alto. Antes, todo esto se solucionaba con corrupción”, comentó una de las fuentes oficiales consultadas. Dijo que sólo con la revisión del 21 por ciento de las compras ya se logró un ahorro de más de 5.4 mil millones de pesos, lo que a la autoridad le dice de qué tamaño eran los acuerdos irregulares entre algunos actores de este poderoso sector, y entes gubernamentales.
El pasado 21 de septiembre, de gira por Yucatán, López Obrador dijo que tres empresas “con influencias” bloquearon la entrega de los medicamentos para niños con cáncer. Entonces habló de tres empresas.
“Tres empresas vendían todos los medicamentos, tres empresas que ni producían los medicamentos, pero tenían influencias, andan queriendo jugar a las vencidas. Nos quisieron boicotear al no entregar las medicinas para los niños con cáncer”, afirmó el Primer Mandatario.
De acuerdo con las fuentes consultadas entonces por SinEmbargo, el Gobierno federal se ha enfrentado a un intento de boicot de la industria, pero también de lo que al interior de los altos funcionarios se denomina “duende”, es decir, funcionarios e incluso personal médico que participa, por intereses propios, en distintos niveles de chantaje.
Por ejemplo, retrovirales fueron robados al parecer de manera coordinada hasta en centros hospitalarios. Se registró un ataque a un vehículo con medicamentos que fueron dañados deliberadamente; también han detectado, y esto los ha alarmado, cambios en órdenes de compra.
Sobre esto último, las fuentes detallaron que salía una orden de compra muy específica y dentro de oficinas de Gobierno eran modificadas para adquirir medicamentos viejos de las farmacéuticas o bien cantidades exorbitantes de alguno cuya compra no estaba siquiera justificada.
El caso de la farmacéutica Pisa es el que tiene más ocupado al Gobierno federal en este momento, aunque no es el único. Se tiene conocimiento que la escasez de metotrexato, medicamento que se usa para la mezclas oncológicas, fue provocada. La misma empresa tenía guardadas 17 mil dosis que no puso en el mercado para ejercer presión contra el Gobierno.
Con información de Sin embargo.