Redacción

La cantante y activista chilena Mon Laferte está en la mira de la policía chilena y ejercerán acciones civiles y penales en su contra, luego de haber insinuado que fuerzas de la policía quemaron las estaciones del Metro de la capital durante las recientes manifestaciones.

La institución policial señaló por medio de un comunicado que pidió a la Fiscalía del país que cite a declarar a la reconocida cantante de pop, quien manifestó recientemente: “Hay muchos casos en donde la misma policía y los militares fueron quienes estuvieron incendiando”, público el diario La Tercera.

Carabineros puntualizó que “ha oficiado al Fiscal Nacional del Ministerio Público” para que Mon Laferte sea citada “a la brevedad a prestar declaración ante los fiscales que tramitan los procesos sobre incendios en el Metro de Santiago”.

A la cantante y activista social se le solicitará que entregue “todos los antecedentes” que tiene “para formular tan graves imputaciones”, señaló en un comunicado la institución de orden y seguridad de este país sudamericano.

Se “rechaza categóricamente las graves imputaciones expresadas” por la cantante y activista social, manifestó la institución policial, la cual ha sido acusada de abuso de autoridad y de utilizar la represión violenta y hasta mortal contra los manifestantes chilenos.

Los tribunales chilenos han recibido hasta el momento cargos formales contra cuatro carabineros por hechos ocurridos durante las protestas en Chile por las medidas sociales y políticas del gobierno del presidente Sebastián Piñera, que iniciaron a mediados de octubre tras el alza en las tarifas del Metro de Santiago.

El 21 de noviembre pasado la Dirección General de Carabineros indicó que mil 896 agentes resultaron heridos entre el 18 de octubre y el 20 de noviembre, y que 127 de estos presentaban lesiones graves”, agregó.

La crisis política y social en Chile estalló con las manifestaciones antigubernamentales el 18 de octubre pasado, que en un inicio eran en contra del alza en el costo del pasaje del Metro, medida que canceló Piñera, pero las protestas siguieron en contra de las políticas económicas y sociales implementadas por el gobierno.

En esos primeros días grupos no identificados de jóvenes embozados incendiaron varias estaciones del tren urbano Metro en la capital chilena, así como la destrucción de algunos almacenes, incluso una iglesia fue vandalizada e incendiada.

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