Redacción
Las mujeres primero deberán ver el feto que llevan dentro y escuchar los latidos de su corazón antes de abortar, así lo buscan en el Parlamento de Eslovenia cuando debatan el proyecto de ley que las obligue a ello.
Los tres miembros del partido que propusieron forzar a las mujeres a hacer algo que no quieren, así como violentar su derecho a la privacidad, a la autonomía y a la capacidad de tomar decisiones médicas sin coerción, argumentan que su objetivo es "asegurar que las jóvenes estén informadas sobre la etapa actual de su embarazo".
La simple propuesta causó indignación principalmente porque es una manera más de tomar control sobre algo que no le corresponde más que a una sola persona, a la mujer que está embarazada y que decide sobre su propio cuerpo.
"Si se adopta esta legislación, Eslovaquia sería el único estado miembro de la Unión Europe que impondría estos requisitos perjudiciales para las mujeres", expuso Amnistía Internacional y Marie Stopes International.
Pero también porque se violarían varios tratados internacionales de derechos humanos que Eslovaquia ha ratificado, además de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda un ultrasonido de rutina antes del aborto.
En Eslovaquia la interrupción del embarazo es legal si se solicita durante las primeras 12 semanas de embarazo (3 meses). Posteriormente se puede practicar, pero sólo ante determinadas razones médicas que pongan en peligro la vida de la mujer.