Las trágicas escenas que circularon ayer en medios electrónicos y redes sociales sobre lo ocurrido en Culiacán, Sinaloa; son muestra del nivel de descomposición que vive el país, después de décadas de omisión, corrupción en todos los mandos policiales y una larga lista de elementos que hoy tienen al crimen organizado con presencia en todo el territorio nacional y con el control completo de algunos municipios y zonas del país.
Sin embargo, un tema que llamó poderosamente la atención a usuarios de redes sociales fue que los radios de la marca Motorola que aparecen en los videos y que están siendo utilizados por miembros del crimen organizado son los mismos aparatos que utiliza el ejército y la marina y los que al parecer se venden sin ningún tipo de control, restricción y protocolo.
Esto pone en riesgo total a los efectivos militares, pues sus conversaciones e intercambio de información táctica-estratégica estarían expuestas a los miembros del crimen organizado, lo que los podría convertir en un blanco fácil y sumamente vulnerable, tal como ocurrió ayer en Culiacán.
De acuerdo con algunos informes y opiniones de especialistas en materia de seguridad, es sabido que desde hace años las comunicaciones del Ejército y Policía Federal están intervenidas por la tecnología caduca, obsoleta y cara de esta empresa (Motorola).
La pregunta es: ¿Quién decide que estos aparatos se sigan utilizando por miembros de las fuerzas armadas del país? ¿Qué intereses existen para mantener esta marca como proveedora de una herramienta indispensable para la seguridad nacional? ¿Dónde y quiénes venden este tipo de radios?
Estas son algunas de las preguntas que alguien debe responder muy pronto.
La instrucción que llega de los radios de los sicarios a las corporaciones policíacas y militares es que "lo suelten".
— Oscar Balmen (@oscarbalmen) October 17, 2019
Hay un velado reclamo de que los acuerdos no se respetaron. Alguien no avisó o incumplió con el Cártel de Sinaloa. pic.twitter.com/5vUDxuqzSA