¿Influencers? ¿Youtubers? ¡Noooooo! La chamba de hoy es ser sargacero. Sí, sí es lo que piensas: recoger el sargazo en las playas de Quintana Roo, una labor nada menor si tomamos en cuenta que desde hace cuatro años, cada año alrededor de 200 mil toneladas de esta alga llegan hasta las costas mexicanas. Este año, se calcula que serán 320 mil toneladas.

Pausa, ¿qué es el sargazo? En entrevista con Javier Risco, en el programa Así Las Cosas, de W Radio, Rosa Rodríguez, investigadora de ciencias del mar y limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que el sargazo es un alga que se conoce como "alga parda", de la que hay varias especies, más de 300. Casi todas viven adheridas al fondo del mar y sólo hay dos que viven flotando en la superficie, esas son las que están llegando a nuestras playas del Caribe.

En varios municipios del estado de Quintana Roo, las autoridades locales han optado por ofrecer empleos de "sargacero" para recoger y retirar la macroalga de las playas, un trabajo por el cual, de acuerdo con Milenio, ofrecen 5 mil pesos por ocho horas de trabajo bajo el sol, a la orilla del mar.

Las jornadas empiezan a las 6 de la mañana y se extienden hasta por ocho horas. A lo largo del día, tienen que limpiar unos 10 metros con trinches y mallas. Es como si estuvieran barriendo, pero sobre la arena, algo que lo hace más complicado, así que tienen que "rasurar" la zona para después apilar el sargazo en montones que finalmente juntan en una red que "terminan por jalar lo más lejos posible del agua”.

De acuerdo con lo que cuenta Roberto Cintrón, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún a Milenio, las jornadas de los "sargaceros" llegan a ser muy cansadas, pues tan solo un metro cúbico de sargazo mojado llega a pesar más de 250 kilos.

Por ello, cada vez más encargados de estos negocios optan por usar maquinaria especial para ayudar a los trabajadores tanto a remover el alga como a transportarla lejos de las playas, pues si el sargazo se queda ahí durante mucho tiempo, empieza a despedir un olor fétido.

Pero ni todos estos esfuerzos han sido suficientes, por lo que ahora son los “sargaceros" los que piden a las autoridades una solución a esta problemática.

Con información de Cultura Colectiva.