El obispo en retiro Raúl Vera López aseguró que la llamada guerra contra el narco desatada durante el régimen de Felipe Calderón fue un “simulacro” que permitió el saqueo de México y una serie de violaciones sistemáticas a la constitución que reconfiguró el tejido social en detrimento de las garantías individuales.

Así lo dijo este lunes 1 de febrero durante una entrevista en formato digital para Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas, de La Octava, ya que el promotor de los derechos humanos de 75 años enlistó una serie de hechos que se presentaron durante el enfrentamiento frontal contra capos que promovió el ex militante del Partido Acción Nacional (PAN).

“La guerra contra el narcotráfico fue un simulacro. No perseguían el lavado de dinero. No perseguían a los cárteles, ¿qué hacían? El ejército andaba en las calles. En realidad era una militarización”, aseguró durante su participación en el programa de televisión mexicana.

Al tildar de gobierno criminal al sexenio de Felipe Calderón, el ex clérigo explicó que la exacerbación de la violencia tenía un doble propósito, el cual incidía directamente en el miedo provocado en las y los mexicanos, pues no sólo se incrementó la violencia en enfrentamientos directos contra los criminales, sino que otros delitos comenzaron a tener mayor presencia.

“La guerra contra el narcotráfico era un instrumento en las manos del gobierno para intimidar al pueblo mexicano. Todos los crímenes, empieza la desaparición forzada, los secuestros”, refirió.

En este sentido, refirió que esta técnica funcionó como distractor para la sociedad, ya que no alcanzaba a visualizar los saqueos promovidos tanto por ese gobierno como por el siguiente.

“Calderón lo que estaba haciendo, y después lo siguió haciendo Peña Nieto, era mantener en la impunidad todos los crímenes que se cometían en México con la falsa historia de la guerra contra el narcotráfico. Mantener control de población, la gente no tenía ojos”, argumentó ante los periodistas.

Vera López continuó asegurando que el contexto de violencia excesiva planteaba una reestructuración en las leyes, “derechos sociales que nos dio la Constitución de 1917; empiezan a desbaratar toda la defensa del territorio, del medioambiental, la defensa de nuestros energéticos, la defensa del trabajo”.

El obispo en retiro se ha caracterizado por ser un promotor de los derechos humanos en muchas vertientes, desde los derechos de los migrantes hasta la comunidad LGBTTTI, actos por los que ha sido amenazado constantemente por militares, actores políticos y cárteles.

“El principal reto que sentí al arribar a la Diócesis de Saltillo fue organizar a los sectores laicos en un proyecto pastoral orgánico en donde se viviera el espíritu del Concilio Vaticano II. Es decir, una Iglesia en el mundo y para el mundo. Una Iglesia muy cerca de la sociedad”, dijo el viernes 29 de enero en entrevista con la agencia EFE tras anunciar su retiro.

El clérigo siempre se ha caracterizado por esta postura crítica a las estructuras tradicionales de poder, pues a diferencia de muchos, él promovió la cercanía con el pueblo en el sentido de generar comunidad con el principio fundamental de respeto a todas las formas de pensar.

Es por eso que el criterio de Vera López fue interpelado por Delgado Gómez y Páez Varela, ya que en las últimas dos décadas, el trabajo del obispo fue trascendental para poder visibilizar a las víctimas de la violencia y discriminación en México sin importar el estrato social al que pertenezcan.

Con información de Infobae.