Redacción
La corrupción es el mal de
toda sociedad y los chinos lo castigan caro. Así lo vivió, en carne propia, un exdirector
de una empresa estatal de gestión de activos fue ejecutado el viernes tras una
condena por aceptar sobornos, una de las sanciones más severas impuesta en un
caso reciente de corrupción.
Lai Xiaomin, de 58 años y que
ocupó la dirección de., fue ejecutado por una corte en la ciudad de Tianjin, en
el este del país, anunció el Gobierno.
El Segundo Tribunal Popular
Intermedio de Tianjin dictaminó en enero que la sentencia estaba justificada
porque Lai aceptó sobornos “especialmente grandes” que superaron los 600
millones de yuanes (93 millones de dólares) en un caso.
El exfuncionario buscó o
recaudó mil 800 millones de yuanes (260 millones de dólares) en una década a
cambio de abusar de su posición para hacer inversiones, ofrecer contratos de
construcción, ayudar con promociones y realizar otros favores.
Aunque Lai proveyó información
útil sobre actividades ilícitas de sus subordinados, la gravedad de sus faltas
y “el nivel del daño causado a la sociedad” fue insuficiente para otorgarle
indulgencia.
La mayoría de las sentencias
de pena de muerte impuestas por cortes chinas se suspenden por un periodo de
dos años y, normalmente, se conmutan por cadena perpetra. Las penas capitales
sin posibilidad de indulto son inusuales.
Con información de Sin Embargo
Prueba anal de coronavirus ya
es obligatoria en China
Las ciudades chinas de Pekín y
Qingdao incluyeron pruebas anales de COVID-19 entre los requisitos para las
personas que lleguen desde el extranjero, informó la prensa oficial.
Según el diario estatal Global
Times, tanto la capital del país como la de la provincia oriental de Shandong
están exigiendo este nuevo método de prueba como parte de los requisitos de
cuarentena a la llegada al país desde el exterior.
Estos test, según expertos
citados por los medios locales, serían más precisos que otros usados comúnmente
hasta el momento como la toma de muestras faríngeas con hisopos introducidos a
través de la nariz -la más común para las pruebas PCR-, de saliva o de sangre.