Redacción
En lugar de informar sobre el
nivel de afectación que sufrió Petróleos Mexicanos (Pemex) tras un ciberataque,
la paraestatal que dirige Octavio Romero Oropeza prefirió minimizar lo daños y “esconder”
la información.
Hoy, 180 mil archivos (seis
gigabytes) secuestrados siguen flotando en el lado más oscuro del internet.
ONEA México tuvo acceso a los
documentos que fueron extraídos el 10 de noviembre de 2019, gracias a fuentes
con conocimiento en la red oscura (deep web). En el paquete se incluyen nombres
de usuarios de trabajadores, contraseñas, manuales de operación vía remota de
la refinería de Tula, bases de datos, bitácoras, programas de vigilancia y
gráficas para interpretar la producción.
Los archivos dejan al descubierto
la debilidad de la compañía pública más importante para el gobierno del
presidente Andrés Manuel López Obrador y muestran que algunos empleados de la
petrolera ignoran el nivel de importancia que tiene la ciberseguridad en el
manejo de complejos petroleros.
Al día siguiente del ataque,
la empresa productiva del Estado minimizó el hecho en un comunicado al asegurar
que sólo 5% de sus equipos personales de cómputo habían sido infectados con un
ransomware. La agresión se le atribuyó a la banda de hackers DoppelPaymer.
Rocío Nahle, secretaria de
Energía, dijo públicamente que no se negociaría con la cibercélula y que
tampoco pagarían el rescate exigido de 565 bitcoins, equivalentes a 4.9
millones de dólares.
“No se va a pagar, Pemex es
una empresa seria y ya está la gente de informática trabajando en ello (...)
son hackers grandes, no sabemos de qué parte del mundo”, declaró la titular de
la Sener tres días después del ataque, al confirmar la vulneración del sistema
de seguridad.
Con información de Proceso
Pandemia pega las arcas de
Pemex
La pandemia por el Covid-19
provocó un desplome histórico en los ingresos de Petróleos Mexicanos (Pemex)
por ventas en el mercado nacional y exportaciones de 615 mil 722 millones de
pesos en 2020.
Con los recursos que dejó de
percibir la petrolera se podría construir otra refinería como Dos Bocas,
Tabasco, más otro Tren Maya y otro aeropuerto como el de Santa Lucía, cuyo
costo total de las tres obras insignia del sexenio —sin considerar gastos de
operación y mantenimiento —alcanza los 431 mil 492 millones de pesos y habrían
sobrado 184 mil 230 millones.
De acuerdo con información de
Pemex que dará a conocer a inversionistas en los primeros días de febrero como
parte de su informe al cierre de año, el confinamiento social contrajo la
demanda interna de productos como gasolinas, diesel, turbosina, gas LP y gas
natural, lo que se tradujo en una reducción en sus ingresos por 407 mil 12
millones de pesos en ese año.
Lo mismo ocurrió con las
exportaciones, principalmente petróleo crudo que, ante la pérdida de valor de
la mezcla mexicana, estimada en 20.01 dólares por cada barril el año pasado, el
monto de ingresos se redujo de 466 mil 681 millones de pesos en 2019, a 343 mil
780 millones.