
El coronavirus arrebató la vida a seis de sus integrantes. Una pérdida desoladora Las sillas alrededor de la mesa de una familia saltillense lucirán vacías esta Navidad. Durante el mes de octubre.
Dos abuelos, dos tíos y dos tías de la familia fallecieron durante las primeras tres semanas del mes pasado, sin que pudieran despedirse ni llorar su muerte ante la repentina partida casi escalonada de sus seres queridos.
Cuando se enfrentaban a la primera pérdida, los resultados de otros familiares resultaron positivos, lo que inició una muerte sucesiva.
Casi inhumano que los seis hayan fallecido. Pero así fue, la familia enfrentó una muerte para llorar otra y así hasta contar seis ataúdes.
Durante su duelo, aún no saben por quién llorar, qué nombre decir primero en los rezos o de qué manera cesar el sufrimiento de una pérdida monumental.
La primera fue una de las tías, quien ingresó al hospital para salir al cabo de dos días en un sarcófago sellado. Dos días después una de sus hermanas falleció en su casa.
Dos tíos más de la familia fallecieron internados en una clínica COVID-19, donde su corazón dejó de latir perdiendo la batalla de al menos una semana con el respirador. Partieron juntos los hermanos.
La abuela materna fue la siguiente en entrar a un hospital, despidiéndose para no volver jamás.
Una tía se sumó a la lista de tragedias para, por último, el abuelo paterno enfermó, entre el diagnóstico de una pulmonía y un infartó, sumó la sexta muerte de la familia una semana después, donde la prueba resultó positiva.
“La gente no cree hasta que pasa algo en sus familias; tomarán las precauciones hasta que enferme alguien de los suyos, cuando sea tarde, cuando se tengan que reunir de nuevo, pero en un funeral”, expresó la madre de familia.
Una visita imprudente, un abrazo, un saludo, la salida al súper o el mínimo contacto, cualquiera pudo ser la causa de su contagio, lamentó su esposo, sin la certeza de la manera en que enfermó su padre.
Todos llorando un río ante las seis partidas, seis de un solo árbol genealógico deshojado por el COVID-19.
Mata virus a familia entera en CDMX:
Para José de Jesús Vidal, médico adscrito al departamento de Urgencias y Terapia Intensiva del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, desde que inició la pandemia todos los casos que recibe son complicados.
Sin embargo, recordó que uno de los más delicados fue el de una familia de cinco integrantes: padre, madre y tres hijos, quienes murieron por coronavirus en el hospital.
"Vino el hijo primero. Contagió a sus papás, sus papás contagiaron a los otros dos hermanos y, como eran personas con riesgo por obesidad, diabetes e hipertensión, lamentable todos fallecieron.
"No había a quién darle informes, toda la familia había fallecido o estaba en terapia intensiva", relató Vidal.
Durante la emergencia sanitaria, la vida del médico en el instituto se divide en dos. Por la mañana recibe a los pacientes sospechosos por coronavirus, en el área de urgencias. Por la noche, atiende a quienes están en estado crítico y utilizan respiradores.
Además de ser leal a la misión de un médico, que es preservar la vida, "Chuy" -como lo llaman sus seres queridos- señaló que lo más importante es cuidarse él mismo.
"Al ser el primer contacto con los pacientes graves. Antes de ayudar, uno debe protegerse", dijo el médico.
A diario, José de Jesús realiza una rutina de desinfección, la cual comienza desde su casa al utilizar cloro para limpiar su ropa y utilizar cubrebocas al salir... hasta llegar hospital y colocarse el equipo.
En un día puede llegar a bañarse hasta tres veces y el equipo es distinto dependiendo del área médica.
En Urgencias utiliza, además del uniforme quirúrgico, cubrebocas y goggles, pero para la zona crítica son mascarillas N95, gorro, batas, cubrezapatos y dos pares de guantes.
En medio de la pandemia, Vidal busca darle una muerte digna a sus pacientes y que los familiares de estos siempre sepan cómo se encuentran.
Pese a que no ve a su familia desde hace dos meses, "Chuy" señaló que lo más importante es que ellos se mantengan en casa y atendiendo las medidas de aislamiento.
"No será pronto que los vea", finalizó.
Con información de Vanguardia.