México decidió atravesar el brote de coronavirus insistiendo en que podría vencer a la pandemia sin pruebas masivas, pero a medida que las muertes aumentan tras salir lentamente de dos meses de confinamiento, tanto los partidos de oposición como los aliados del presidente han roto con la estrategia gubernamental.

Hace algunas semanas el Gobierno Mexicano destacó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) habría reconocido su labor en el combate al virus del COVID-19, sin embargo, no duró mucho tiempo para que la misma institución condenara la decisión de relajar las medidas sanitarias por motivos económicos, sobre todo, cuando México registra un muy alto nivel de contagios.

“La reapertura a ciegas, sin tener en cuenta los datos, podrían llevar a situaciones que nadie quiere. Hay que estar preparados para avanzar o retroceder según lo que indiquen los datos”, explicó el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan.

Para el especialista, es evidente la crisis económica que dejó la llegada del coronavirus al mundo, no obstante, está convencido de que un nuevo rebrote no ayudará a mejorar la situación de millones de personas por lo que habría que encontrar un equilibro en entre ambas situaciones.

“Reabrir en momentos de intensa transmisión comunitaria lleva a difíciles situaciones que pueden afectar a todo un país”, agregó.

Por su parte, el representante de la OPS en el país, Cristian Morales, advirtió: “En México tenemos una situación extremadamente compleja porque siguen aumentando los casos de personas con COVID-19 y los fallecimientos. El número de casos ha aumentado significativamente. Una vez más, este es un patrón que hemos visto en muchos otros países. La apertura de economías en medio de una intensa transmisión comunitaria puede conducir a una aceleración de los casos, que no es en lo absoluto único del caso mexicano”.

Con información de La Otra Opinión.