Ayer AMLO se equivocó, alguien no le informó oportunamente el fin de semana y en la conferencia matutina se fue por la libre, acostumbrado a polarizar se metió en camisa de once varas gratuitamente e hizo tremendo oso.
El presidente se manifestó el día de ayer en contra del acuerdo logrado entre el BID-Invest, el Consejo Mexicano de Negocios y el Consejo Coordinador Empresarial para apoyar con créditos a 30 mil pequeñas y medianas empresas mexicanas mediante la compra del facturaje de empresas grandes y otorgar hasta 12 mil millones de dólares de apoyos crediticios a las Pymes.
A pesar de que ese acuerdo había sido avalado en la víspera por su secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y celebrado en redes sociales por su secretaria de Economía, Graciela Márquez, que lo consideró positivo con hashtags como #UnidosSaldremosAdelante y #MéxicoSolidario, y por el canciller Marcelo Ebrard que mandaba en Twitter sus “Felicitaciones, muy oportuna iniciativa para proteger nuestra planta productiva y el empleo”, el presidente ayer desde su conferencia mañanera tronó descompuesto contra el mismo acuerdo que festejaba su gabinete:
“No me gusta mucho el modito de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes. Entonces ¿cómo que se hace un acuerdo y que ahora Hacienda lo avale? Y qué ¿nosotros estamos aquí de floreros?”, preguntó el presidente cuando ya Arturo Herrera había dado su aval y parte de su gabinete lo reconocía como algo muy positivo para la economía del país. “O cuando dijeron ‘que el gobierno se adhiera a nuestro plan económico’. ¿Cómo? Es mucha la prepotencia”, remató López Obrador que con sus datos equivocados seguía fustigando desde su púlpito en Palacio a los empresarios por no entender que “el poder político y el poder económico ya no son lo mismo”.
El presidente no sólo aparecía desinformado sobre algo que habían apoyado sus colaboradores sino que tenía información equivocada e imprecisa, al suponer que ese acuerdo entre el BID y los empresarios mexicanos involucraba recursos públicos y deuda para su gobierno, algo que negaron los empresarios que, unos sutiles y otros más duros, le corregían la plana al presidente: “El presidente tuvo un malentendido. Es impreciso decir que la Secretaría de Hacienda esté avalando la operación, solamente la respalda como accionista del BID Invest y como autoridad máxima del país”, explicó Antonio del Valle, presidente del CMN, mientras que Gustavo de Hoyos, de Coparmex, fue más duro: “El presidente no ayuda ni se deja ayudar, pero sí miente. El programa de financiamiento para 30 mil empresas no involucra (como dijo) recursos públicos”.
Las cosas no son como el presidente las pinto ayer y eso hay que decirlo. Debe atemperarse, serenarse. Hasta el momento lo ha hecho muy bien en su estrategia contra el Covid-19, siga por ese rumbo presidente y no se distraiga en cosas que no tienen relevancia.