Miles de turistas huyeron el jueves de la costa este de Australia devastada por los incendios antes de que empeore el tiempo, mientras el ejército empezó a evacuar a miles de atrapados más al sur.
La bajada de las temperaturas registrada desde el martes ayudó a las labores de extinción y permitió a los residentes reabastecerse. Pudieron verse largas filas de autos en gasolineras y supermercados, y se produjeron atascos en la reapertura de las autopistas.
Pero se espera que la situación se deteriore el sábado con un nuevo aumento de las temperaturas y la vuelta de los fuertes vientos.
Según las autoridades, las llamas destruyeron 381 viviendas en la costa sur de Nueva Gales del Sur esta semana y al menos ocho personas fallecieron en este tiempo en el estado y en Victoria, las dos regiones más pobladas del país, donde hay más de 200 fuegos activos.
Los incendios también arrasan los estados de Australia Occidental, Australia Sur y Tasmania.
Un tempranero y devastador inicio de la temporada estival de incendios llevó a las autoridades a calificar esta temporada como la peor de la historia. Los fuegos han arrasado unos 5 millones de hectáreas (12 mil 35 millones de acres) de tierra, con al menos 17 fallecidos y más de mil 400 viviendas destruidas.
La crisis podría durar meses, adelantó el Primer Ministro del país, Scott Morrison.
“Esto (los incendios) continuará hasta que tengamos lluvias decentes que puedan lidiar con algunos de los fuegos que llevan ardiendo muchos muchos meses”, explicó Morrison a reporteros el jueves.
Un contingente de 39 bomberos de Estados Unidos y Canadá aterrizó en Melbourne el jueves para colaborar en los trabajos de extinción.
El humo de los incendios hizo que la calidad del aire en la capital, Canberra, sea la peor del mundo y llegó hasta la vecina Nueva Zelanda.
AUSTRALIANOS ENFRENTAN AL PRIMER MINISTRO
Australianos furiosos enfrentaron el jueves al Primer Ministro Scott Morrison, a quien acusaron e insultaron mientras visitaba una zona devastada por los incendios.
La gente de Cobargo, en Nueva Gales del Sur, le gritó, hicieron gestos obscenos y lo llamaron “idiota” y peor, criticándolo por la falta de equipo para lidiar con los incendios en la localidad. Los habitantes celebraron cuando la caravana de Morrison se fue. En Quaama, otra localidad de Nueva Gales del Sur, un bombero se negó a estrecharle la mano.
“Cada vez que esta área tiene un incendio o una inundación, nosotros no tenemos nada. Si fuéramos Sydney, si estuviéramos en la cosa norte, estaríamos inundados de donaciones y con ayuda de emergencia”, dijo uno de los vecinos en Cobargo.
Lamentablemente se espera que la situación empeore cono los fuertes vientos pronosticados.
Con información de Sin Embargo.